Golpes y restos de coca en el bebé de Fuerteventura
La autopsia de la niña muerta también desvela suciedad y una dermatitis «gravísima»
La descripción que el médico forense da de la pequeña de tres meses fallecida el pasado 29 de abril en Fuerteventura es dantesca. El cadáver presentaba golpes relacionados con alguna agresión, la formación de la cabeza revela malnutrición, los padres nunca le habían cortado las uñas y en ellas se había acumulado suciedad al igual que en el ombligo; padecía además una dermatitis «gravísima» al pasar horas con el pañal mojado puesto y en su organismo se hallaron restos de cocaína. Su padre se encuentra en prisión como presunto autor de un asesinato y su madre está en libertad, aunque con medidas restrictivas como no salir de la Isla. A ambos ya le habían retirado otros dos hijos que estaban en una situación similar.
La cronología de lo ocurrido según el auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Puerto del Rosario, cuyo titular es Sergio Aliaga, señala que el mismo día que ocurrió la muerte el progenitor envió a su pareja unos audios en los que presentaba un evidente estado de nerviosismo porque «la menor no paraba de llorar y quería calmarla y poder fumarse un porro». El médico forense señala que la niña ya entró en el ambulatorio fallecida hacía «al menos tres o cuatro horas», aunque el padre declaró que se quedó dormida después de que dejara de llorar y cuando se percató de que no se encontraba bien decidió acudir al centro de salud donde la niña «ingresó caliente, viva». Un vecino que acudió al lugar señaló que en ningún momento escuchó a la víctima llorar.
Los facultativos se percataron de la falta de higiene que sufría la pequeña, quien presentaba «una dermatitis gravísima a consecuencia de tener durante horas con el pañal mojado, con una fontanela craneal (espacios que hay en la cabeza del bebé antes de que se forme por completo) de cinco centímetros que evidencia desnutrición». Y es que, según los forenses, «la bebé era alimentada la mitad de lo normal» a esa edad. El informe continúa: «Presentaba una abundante suciedad en las uñas», que sus padres nunca se las habían cortado desde su nacimiento, «así como en el ombligo» y «restos de cocaína en su organismo», considerándolo como «una de las causas de la muerte».
Agentes de la Policía Nacional acudieron a la vivienda de Puerto del Rosario para inspeccionar las condiciones en la que vivía los padres, que supuestamente padecen de una adicción a las drogas.