Infinity actúa tras el fracaso del Córdoba
El fondo de Baréin destituye a Javier González Calvo y nombra como nuevo consejero delegado a Antonio Fernández Monterrubio, ex del Granada, Rayo y Xerez
Javier González Calvo (derecha) observa al entrenador, Manuel Mosquera, tras de la rueda de prensa de despedida como consejero delegado del Córdoba, ante los trabajadores del club.
No le tembló el pulso a Infinity, el fondo de Baréin que controla el Córdoba CF, y tras un nuevo fracaso deportivo decidió la destitución del consejero delegado de la entidad blanquiverde, Javier González Calvo, como cabeza visible de la entidad cordobesista, reemplazándolo por Antonio Fernández Monterrubio, que fuera director general del Granada, del Rayo Vallecano y del Xerez CD. En esos tres clubs, Fernández Monterrubio fue director general, mientras que en El Arcángel será consejero delegado.
La marcha de González Calvo se había convertido en un rumor en los últimos días, aunque de los que siempre llegan al final de cada temporada, por más que él mismo reconociera en sala de prensa que algunos de los trabajadores de la entidad -entre ellos, como mínimo, los capitanes- ya tenían conocimiento de que el extremeño vivía sus últimos días al frente del Córdoba CF.
El fracaso deportivo del conjunto cordobesista influyó, y no
poco, en la decisión final del fondo de Baréin, aunque también hay otros factores que el mismo González Calvo llegó a reconocer en sala de prensa. El económico es el principal. El que fue hasta el domingo consejero delegado del Córdoba CF reconocía que el déficit anual del club ronda los 2,7 millones de euros, aunque remarcó que sigue siendo una buena cifra en comparación con «los hasta 6,5 millones de euros» que tuvo en otras temporadas, obviamente, en categorías fuera del fútbol profesional, ya que en estas últimas el Córdoba CF llegó a dar beneficio. Esos 2,7 millones de déficit se produjeron incluso llegando a ingresar casi dos millones de euros en ingresos publicitarios, según informó el propio González Calvo, que se mantendrá, al menos durante un tiempo, dentro del consejo de administración.
En cualquier caso, el extremeño se marcha de la primera línea de actuación del Córdoba CF sin haber logrado, siquiera, que el conjunto blanquiverde dispute un play off de ascenso a Segunda. En su primera temporada, en apenas tres meses, realizó el club seis fichajes en el mercado invernal, pero quedó clasificado en quinta posición. En la segunda temporada al frente del club, la campaña del covid, firmó la peor campaña del Córdoba CF en 40 años, ya que descendió a la cuarta categoría del fútbol español, «una hecatombe», según sus palabras, que provocó el adiós de Miguel Valenzuela y, posteriormente, de Adrián Fernández Romero. De hecho, ya entonces notó González Calvo que se le movía la silla desde Baréin, pero salvó la pelota de partido. La pasada temporada fue la del ascenso a Primera Federación de forma fulgurante, ya que un club
como el Córdoba CF, con la historia, la ciudad y el presupuesto del conjunto blanquiverde sólo podía tener un paso fugaz por esa categoría. Además, también se ganó la Copa RFEF, algo que el club intentó potenciar como un gran éxito deportivo, aunque lógicamente fue un torneo que nunca debió disputar el Córdoba CF.
Su última campaña, la actual, fue la más parecida a una montaña rusa. El equipo comenzó de manera fulgurante y fue líder del Grupo 1 de Primera Federación durante 14 jornadas de las 19 que componían la primera vuelta. Pero antes de diciembre ya dio síntomas de faltarle la gasolina.
Una renovación fuera de lugar de Germán Crespo y la dirección deportiva y los primeros contratiempos del equipo no fueron atendidos. O quizá no se podían atender después de aquella renovación del técnico blanquiverde,
que junto al resto del cuerpo técnico supuso un desembolso extra para el club de más de 400.000 euros, cuando unos meses antes se les señalaba como el cuerpo técnico que llevaría al equipo a Segunda División.
«Este club es deficitario en esta categoría y es difícil que se pueda cubrir el déficit porque es un club muy grande, con muchas secciones y una estructura complicada. Ellos entienden que necesitan otra persona que reduzca este déficit y mi sustituto va a venir en principio solo, trabajará por el club y verá las necesidades que tiene. Soy profesional de esto y acato la decisión de Infinity, porque tampoco la puse en duda el día que me eligieron a mí para este proyecto. Me hubiera encantado continuar y ayudar al club, veré si puedo seguir formando parte del consejo de administración, pero una vez que diriges
un club como este, ser la persona de mayor relevancia, no es fácil pertenecer a un consejo. Me encantaría colaborar para que así no se perdiera el trabajo realizado y ayudar en la medida que se pueda». Así se expresaba un González Calvo que recordó que a la pregunta de si su adiós era ampliable a otras secciones del club respondió que «la dirección deportiva sigue, aunque tendrá que hablar con la persona que entre y él tomará la decisión. Juanito y Raúl Cámara tienen contrato en vigor y están trabajando, pero ellos lo decidirán. La situación de los consejeros Jesús Coca, Miguel y Antonio dependerá de en qué situación quede yo en el consejo. Si yo salgo, seguramente ellos no sigan. Pero si yo me quedo en el consejo, sabiendo cuáles son nuestras funciones, podemos seguir aportando».
El consejero delegado saliente deseó «que no haya recortes» en el Córdoba CF, «no creo que los haya. Esta categoría es deficitaria. Si queremos tirar de este club para delante, al contrario, no puedes recortar, tienes que ingresar. Recuerdo que Infinity ha puesto bastante dinero. Cuando entró lo hizo pagando barato por un club, decían, pero entramos a ciegas y después de muchos años son aproximadamente 20 millones lo invertido por Infinity. El club lo exige. El déficit ha pasado de 6,5 millones de euros anuales a 2,7 millones», informó.
Finalmente, Javier González Calvo hizo una reflexión en torno al Córdoba CF. «En los últimos 50 años sólo uno ha estado el Córdoba CF en Primera. Han pasado propietarios, gestores, consejos, jugadores, técnicos, un montón de gente y seguimos igual. Creo que depende de la paciencia que se tenga en los proyectos. Ni tenemos paciencia ni memoria en el fútbol. Y sobre todo de dónde venimos y quiénes somos. Somos esos que han jugado un año en 50 en Primera», recordó.
Horas después, el Córdoba CF anunciaba oficialmente el nombramiento de Antonio Fernández Monterrubio como nuevo consejero delegado de la entidad blanquiverde.
En el comunicado oficial, el Córdoba CF informaba de que incorporaba «a un nuevo CEO a su estructura organizativa, Antonio Fernández Monterrubio, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales,
Máster en Administración y Dirección de Empresas (MBA) en Recursos Humanos».
La entidad recordaba que el nuevo consejero delegado «atesora más de 15 años de experiencia en el fútbol profesional y en la gestión de entidades deportivas», ejerciendo sus funciones en clubs pertenecientes en su día a Laliga, como el Xerez Club Deportivo, el Rayo Vallecano y el Granada.
El Córdoba CF recordaba en su nota los éxitos deportivos alcanzados con el Granada, con el que logró el ascenso a Primera División en la temporada 2018-19, así como las semifinales de Copa del Rey en la 2019-20 y la clasificación del conjunto nazarí para la Europa League por primera vez en su historia, disputando los cuartos de final frente al Manchester United y terminando clasificado en el noveno puesto de Primera División en la temporada 2020-21.
Asimismo, el comunicado concluía señalando que «el consejo de administración del Córdoba Club de Fútbol apuesta por un profesional de primer nivel con conocimientos y liderazgo para la consecución de sus objetivos en esta nueva etapa. Este nombramiento forma parte de nuestro compromiso por seguir mejorando y fortaleciendo la estructura organizativa para consolidarnos como un club sostenible y referente del fútbol profesional».
Mientras, aún resonaban en la sala de prensa de El Arcángel las palabras de un emocionado Javier González Calvo, asegurando que el Córdoba CF se lo había dado «todo, me he sentido como en mi casa, la siento así, me siento un cordobesista más de los que además pueden disfrutar y de los que pueden estar orgullosos de su número de carnet. Esta ciudad me acogió como hijo adoptivo y me he sentido arropado en todo momento. Si eso es así, es gracias a los que estáis aquí», siendo despedido entre aplausos.