Cooperación y militancia
JUAN HIDALGO El candidato de Hacemos Córdoba se ha curtido en la cooperación internacional y en las Juventudes Comunistas
Juan Hidalgo (Córdoba, 1975) ha sido cocinero antes que fraile: concejal de IU en Pedro Abad (el pueblo de sus padres) antes que candidato a la Alcaldía de Córdoba, y cooperante y activista antes que delegado de Cooperación y Solidaridad (entre 2017 y 2019). El alcaldable de la confluencia de izquierdas, que concurre a las municipales con la marca Hacemos Córdoba, es un hombre conocido y muy querido entre el asociacionismo cordobés, al que llegó después de labrarse su militancia en las Juventudes del Partido Comunista, formación de la que ha sido trabajador y de la que es secretario provincial desde 2022.
Criado en la avenida Barcelona, en el seno de una familia trabajadora formada por Antonio y Rafi y sus tres hijos (él es el mediano), fue al colegio de los Salesianos, donde aprendió el darse a los demás y el mensaje revolucionario de Jesucristo, para él «claramente el primer comunista». Después se diplomó en Magisterio en la Normal, en la especialidad de Educación Física. Simultaneó sus estudios con trabajos en la construcción y fue peón de carreteras en diversas empresas. No está casado, ni tiene hijos.
En su faceta como cooperante ha estado en Bolivia en un programa de un año de duración, y ha participado en numerosos proyectos de solidaridad con el pueblo palestino -ha llegado a estar en Gaza en estancias de hasta de 4 meses-, saharaui, irakí e indio, este último, de la Fundación Vicente Ferrer. Sus deseos de ayudar a los demás no solo se han materializado en el extranjero, en Córdoba durante la pandemia colaboró con Acisgru en los asentamientos rumanos de la ciudad.
En un plano más personal, Juan Hidalgo es amante de los animales (tiene perros y gatos), de la música de cantautor (de Silvio Rodríguez a Ismael Serrano, pasando por Joaquín Sabina) y de clásicos internacionales de los 90, como Dire Straits y U2. Su autor de cabecera es Eduardo Galeano, con quien ha viajado por las venas abiertas de América Latina y los pasatiempos que lo relajan, el campo y las plantas. Le gustan el baloncesto, el balonmano y el ciclismo y dice que si tiene que mojarse es del Córdoba y del Atlétic de Bilbao. Lo que más le gusta de viajar es conocer otras culturas y otras formas de ver la vida. Este año, ni siquiera la campaña le librará de trabajar en la caseta de IU y el Rincón Cubano, donde puede presumir de preparar los mejores daikiris y mojitos.