El único comisario que confesó el espionaje a Bárcenas no declarará
El instructor constata ▶ que el expolicía sufre una «incapacidad mental»
El instructor de la causa que sentará en el banquillo al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz por la denominada operación Kitchen ha librado de este proceso a uno de sus protagonistas principales, el que fuera comisario jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Enrique García Castaño, debido al estado que sufre tras el ictus que sufrió en mayo de 2022. Se trata del único integrante de la denominada policía política que había confesado su participación en el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas. La decisión ha sido adoptada por el juez Manuel García Castellón en un auto con fecha del pasado 11 de mayo, al que ha tenido acceso este diario, a petición de su defensa, que deberá en todo caso aportar los informes médicos correspondientes «a fin de que puedan ser examinados nuevamente por el médico forense» de la Audiencia Nacional.
La Fiscalía Anticorrupción considera que la operación Kitchen la organizó en 2013 «la cúpula del Ministerio del Interior» del Gobierno de Mariano Rajoy para eliminar información que pudiera resultar incriminatoria para el Partido Popular y sus máximos dirigentes en el caso Gürtel. Por estos hechos, el Ministerio Público ha reclamado 15 años de cárcel para el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz; y también para el que era su número dos, Francisco Martínez, y para el director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino. El comisario jubilado José Manuel Villarejo afronta una petición de 19 años de prisión, y García Castaño, conocido con el alias de el Gordo, 12 años y medio de cárcel.
El archivo del procedimiento contra este exmando policial se solicitó «por causa médica e incapacidad mental sobrevenida, y como consecuencia su inimputabilidad», una situación que por el momento no había evitado que estuviera siendo juzgado por las piezas Iron y Land de la misma macrocausa. Desde el pasado 24 de mayo, sin embargo, la vista fue suspendida para este procesado debido a su estado de salud.
García Castaño se convirtió en una pieza clave del procedimiento judicial en marzo de 2019, cuando confesó ser él personalmente quien accedió al estudio de restauración que la esposa del extesorero del Partido Popular, Rosalía Iglesias, tenía en la madrileña calle General Díaz Porlier. Y lo hizo, según reconoció, sin contar con orden judicial alguna, al estar convencido de que
allí encontrarían la documentación comprometedora para el partido. El acceso fue posible gracias a la llave que le facilitó el conductor de los Bárcenas, el también procesado en esta causa Sergio Ríos, que él mismo había contribuido a captar junto con Villarejo.
En los fundamentos jurídicos de su auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 recuerda que el artículo 383 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) dispone que si la demencia sobreviniera después de cometido el delito «se mandará archivar la causa (...) hasta que el procesado recobre la salud». Jurisprudencia aplicable.