«El verano pasado fue lo nunca visto y en este volverán las olas de calor»
Portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)
Nos avisan de una bajada de la temperatura tras días excepcionalmente calurosos. ¿Es esto el cambio climático?
– – Las temperaturas estos días van a ser bajas pero tampoco vamos a batir récord de frío para mayo, quizás sí temperaturas más propias de principio de abril, un ambiente fresco. Lo que sí hemos tenido son temperaturas muy altas, con episodios de calor a finales de abril que fueron propios de pleno verano, de julio, con datos como 39 grados en Córdoba. Cambios bruscos de tiempo, de ambiente cálido a frío, es bastante normal que suceda en primavera. El cambio climático puede estar detrás de ese calor a destiempo, desaforado.
– ¿Qué podemos esperar de la DANA de los próximos días?
– Pues tiempo inestable. Habrá chubascos con tormentas y empezaremos la semana con lluvias, sobre todo en el Sur, el Este y Baleares. En algunas ocasiones con granizo y tormenta.
– ¿Qué es el Niño?
– Es una de las dos fases de un fenómeno que se denomina ENSO (El Niño Southern Oscillation). Ocurre en aguas del Pacífico ecuatorial, muy lejos. Cuando la fase es la Niña, hay aguas superficiales más frías de lo normal. Con el Niño, están más caliente de lo normal. Sucede por los vientos que soplan sobre esas aguas. Se llama así porque este fenómeno de aguas cálidas lo notaron los pescadores del Perú a principios del siglo XVII, al ser más calientes las aguas se quedaban sin pesca. No ocurría todos los años pero cuando ocurría era después de la Navidad, después del nacimiento del niño Jesús, por eso se llama así. Ese fenómeno tiene consecuencias a escala planetaria. Tira de la temperatura media del planeta hacia arriba. En la fachada occidental de Europa no están tan claros los efectos del Niño pero la Niña puede estar relacionada con periodos de sequía como el que estamos viviendo. Llevamos tres años con la Niña y ahora va a empezar el Niño. Veremos, puede que el otoño que viene no sea tan seco pero la situación es tan delicada que no podemos lanzar las campanas al vuelo.
– ¿Por qué es diferente esta sequía en España?
– La sequía es larga. Llevamos tres años con una escasez de lluvias muy clara. Ahora va a llover unos
días, quizás junio también puede empezar con chubascos, pero a pesar de esto no son lluvias que consigan acabar con una sequía. Para eso necesitamos otoños e inviernos en los que llueva mucho más de lo normal y eso de momento no se espera. Dependerá de la lluvia de los próximos días pero
parece que será la primavera más seca desde 1961.
– ¿Debemos acostumbrarnos a restricciones?
–Ya tendríamos que estar acostumbrados a un uso más racional del agua porque en España de forma cíclica tenemos periodos de sequía. La sequía existe desde que España existe y con el cambio climático iremos a sequías más largas, intensas y frecuentes, todo acompañado de más calor.
– ¿Qué verano nos espera?
– El verano pasado fue una cosa nunca vista, el más caluroso de los últimos 100 años en España. Fue extraordinario con una ola de calor tras otra, hasta 41 días de los 90 del verano, casi la mitad, padeciendo ola de calor. Nunca había ocurrido. En 2015, que era el récord, habíamos tenido 29 días.
Con temperaturas altísimas además por la noche. Este año nos apuntan los pronósticos con alta probabilidad que será otro verano caluroso con temperaturas más altas de la habituales pero no sabemos si será tanto como el del año pasado, esperemos que no, porque batimos récord. Sí sabemos que será más caluroso de lo normal y con olas de calor.
– ¿Crecen los negacionistas en España?
– No sé si hay más negacionismo o más ruido porque las redes sociales amplifican los mensajes. Sí es cierto que cuando los meteorólogos tenemos que hablar de una situación excepcional por el cambio climático asociada al calor nos acusan de alarmismo y se dice «siempre ha hecho calor en verano». Nos acusan también de que coloreemos los mapas del calor en rojo y con colores chillones para alarmar pero nuestro objetivo es informar. Un aviso de nivel rojo se activa por temperaturas extremas que matan a gente, no es ninguna tontería. El año pasado alrededor de 5.000 personas pudieron morir por el calor. Las evidencias científicas son aplastantes. El calentamiento de la atmósfera está claro en España, desde los 60 la temperatura ha subido alrededor de un grado y medio. Puede parecer poco pero es un dato importantísimo porque provoca más episodios de calor y más lluvias torrenciales. Son fenómenos muy mediáticos que generan una gran preocupación social y eso da también más altavoz a los negacionistas.
– ¿Hay cada vez más interés informativo?
– Sí, se incrementa muchísimo el tráfico en nuestra web y hay muchas peticiones de medios extranjeros. Cuando hay olas de calor hay un interés generalizados de medios de Europa y América Latina. En el segundo caso es por la inmigración, para transmitir que están viviendo sus familiares en España. En el caso de países europeos más al norte es curioso porque nos consultan porque nos tienen como la avanzadilla, como estamos acostumbrados al calor nos observan para ver cómo lidiamos aquí con las altas temperaturas.
– Han sufrido acoso e insultos en redes, ¿cómo lo llevan?
–Nos acusan de que queremos manipular el clima de forma artificial para evitar que llueva y prolongar la sequía. Cuando se ven esas estelas de aviones dicen que fumigamos para evitar que llueve, los chemtrails que en realidad serían contrails pero le han cambiado el nombre aludiendo a que son estelas químicas con contaminantes. Ese sector de conspiranoicos seguramente es extremadamente pequeño en la población pero hacen muchísimo ruido en redes y se organizan en canales de comunicación para lanzar ataques.
– ¿Cómo trabaja la Aemet?
– La Agencia cuenta con más de mil profesionales repartidos por toda la geografía española con sede central en Madrid y delegaciones en cada comunidad. Está la observación meteorológica, la toma de datos, con centenares de estaciones que de forma automática recoge los datos. Prestamos también servicio en cada aeropuerto de España. Está después el análisis estadístico de estos datos. Y por último la predicción del tiempo, lo que va a pasar.
«Ahora va a llover unos días, pero no son lluvias que consigan acabar con una sequía»