Avatares de un periódico y su director
La carrera de Periodismo es la más deseada por los universitarios españoles
Extraña sobremanera que en una etapa de la colectividad española en que los medios de comunicación ejercen una influencia decisiva en sus vicisitudes --muy en especial en la coyuntura presente, en las políticas--, el silencio más granítico se haya cernido en torno a los recuerdos de un sobresaliente periodista responsable durante un ancho periodo del diario ‘El País’. Sin más vínculo con D. Antonio Caño -‘Digan la verdad. Memorias de un periodista y apuntes sobre un oficio en peligro de extinción’ (Madrid, 2023, 416 pp)- que la proximidad de una parte de mi infancia estival con el pueblo embrujador del antiguo Santo Reino de Jaén-martos -en que tuvo la gran fortuna de nacer el mencionado autor-, el anciano cronista conserva la objetividad requerida para abordar apresuradamente algunos de los grandes y graves problemas descritos por un pluma colmada de saberes y experiencias profesionales y honestidad.
Frente al asombro de más de un sociólogo descollante, la carrera de Periodismo es la más deseada por los universitarios españoles hodiernos como la primera complementaria de sus estudios específicos, aparte de gozar de un muy notable ascendiente en las solicitudes y listas de ingresos del ‘alma mater’ hispana. Desde ha tiempo en los rankings de ingreso de las universidades públicas y privadas, los grados de las Ciencias de la Información gozan de una prelación elevada e inalterable. Por diversificadas que hoy aparezcan sus distintas ramas, es patente que la disciplina del más estricto periodismo escrito ocupa un trono radiante a prueba de coyunturas y planes ministeriales, tan prodigados en nuestros días. Circunstancias todas que hacen del libro de Caño una obra de referencia y análisis indispensables en la España de 2023, en que al poder mediático se le cataloga de ordinario con el guarismo del 4º en la jerarquía estatal y es cortejado por toda suerte de instituciones en reñida y, a las veces, penosa, muy penosa, disputa.
A tal respecto, la cuajada biografía del autor como corresponsal sobresaliente de la agencia Efe en las capitales principales de varios continentes y director luego del muy influyente diario madrileño, se configura como pieza esencial en la reconstrucción de la prensa española de la abrillantada etapa de la Transición y consolidamiento de la democracia. Lectura sin duda obligada y casi insoslayable para los lectores más acendrados de dicha época y nada se diga para las jóvenes generaciones de informadores que alzaron su vuelo vocacional con los acontecimientos de mayor peralte en fase tan creativa y luminosa de la contemporaneidad española.
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«Por diversificadas que hoy aparezcan sus distintas ramas, es patente que la disciplina del más estricto periodismo escrito ocupa un trono radiante»