Sello cordobés a la par que andaluz para una gala de talento y muchos recuerdos
Santiago Muñoz Machado, Hijo Predilecto, pronuncia el discurso en nombre de todos los premiados en una cita de muchas emociones
El Teatro Maestranza a oscuras y una saeta. El público, con el cuello alzado escuchando al saetero y cantaor flamenco Manuel Cuevas entonar «por algo Andalucía a sus pies tiene dos mares». De nuevo, la oscuridad, y la marcha Eternidad, de Sergio Larrinaga, retumba en todo el espacio de la que ya puede decirse la banda de cornetas y tambores más famosa de Andalucía: Rosario de Cádiz (sí, la misma que pone banda sonora al Andalusian Crush). El arranque de la gala de entrega de las Medallas de Andalucía y los reconocimientos a los Hijos Predilectos se asentó en las raíces de la tierra y de ahí no volvió a salir, aunque sí brotó.
Córdoba contaba este año, además, con una posición privilegiada en el escenario. Un paisano, un pozoalbense, recibía el mayor reconocimiento que puede obtener un andaluz, ser Hijo Predilecto de su tierra. El director de la Real Academia (RAE), Santiago Muñoz Machado, que ya fue Medalla de Andalucía en 2014, recogió de manos del presidente de la Junta, Juanma Moreno, y del presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, una placa que le acredita la pertenencia a esta tierra por derecho.
Él fue el encargado, además, de dirigirse al público (al presente y al que estaba siguiendo la gala por televisión) en el discurso de los premiados. En sus palabras se notó por qué Muñoz Machado es el director de la RAE. Nombró al poeta sevillano Andrés Fernández de Andrada y su Epístola moral a Fabio para recordar cómo fue el único texto que escribió, para luego abandonar la pluma y marcharse. El texto, apuntó Muñoz Machado, «sobrecoge», pero no le pasará a él como a Fernández de Andrada, no se apartará de la sociedad, y menos de la sociedad andaluza. Y por supuesto que nombró a un paisano, en este caso al jurista y filósofo Juan Ginés de Sepúlveda.
En su alocución, el flamante Hijo Predilecto de Andalucía -que este año recae también en el cantaor jerezano José Mercé- recordó que todas estas Medallas y reconocimientos se hacen «a personas y entidades socialmente relevantes que se dedican a trabajar indiferentes a la gloria». Ejercen su oficio, añadió, «esperando ser útiles para Andalucía». El director de la RAE reconoció que ser Hijo Predilecto de Andalucía supone «el mayor reconocimiento al que se puede aspirar».
Siendo director de la institución que vela por el uso y adaptación de la lengua española, Muñoz Machado no podía dejar pasar la oportunidad de recordar que el español es una lengua de millones y apuntó que «España sería
un país menos valorado si el español no hubiera sido acogido como lengua en otros países». Países donde, además, también hay reminiscencias de un andaluz señero. «Me complace como andaluz seguir encontrando en América, donde voy con asiduidad, rasgos de las hablas andaluzas», manifestó Muñoz Machado.
Más cordobeses
No fue Muñoz Machado el único cordobés que se subió al escenario del Teatro de la Maestranza en este 28 de Febrero. También lo hizo José María Molina, director y editor de la revista Ánfora Nova, Medalla de Andalucía en la categoría Ciencias Sociales y Letras. En el vídeo de presentación, en unas palabras tremendamente poéticas, Molina afirmó que «Andalucía es una tierra que vive y siente con intensidad y emoción», así como «el aire donde repican los sones de la tradición, la vanguardia y el talento». Culminó señalando que «me siento orgulloso de ser andaluz y de vivir en esta entrañable y bendita tierra». En su discurso de cierre, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, destacó de Ánfora Nova su «inquietud por el conocimiento» y su papel clave en el impulso de la cultura.
Un trocito de Córdoba se queda también en la Medalla de Andalucía en Economía y Empresa a la cooperativa Dcoop. Muchas de las cooperativas y de las familias agrarias que consiguen que Dco
La revista ruteña Ánfora Nova recibió la Medalla en Ciencias Sociales y Letras
op sea a día de hoy el mayor productor de aceite del mundo se asientan en la provincia, por lo que Córdoba también rascó un cachito de este reconocimiento.
Y de la misma forma que una parte de esa Medalla se vino para Córdoba, también pasó con el reconocimiento que recibió el Cuerpo Nacional de Policía, Medalla de Andalucía a los Valores Humanos. La comisaria principal del Cuerpo Nacional de Policía en Córdoba, María Dolores López Sánchez, fue una de las personas que subieron al escenario a recoger el reconocimiento. Con 200 años de servicio a sus espaldas, los representantes del Cuerpo que estuvieron presentes en la gala fueron de los más aplaudidos por el público.
Entre la lágrima y la risa
La presentadora de la gala fue Eva González, que ya le tiene cogida la medida a un evento que controla como pocos. A caballo entre la emoción y la risa, la sevillana dirigió la cita con gran acierto y con momentos para el recuerdo, como la sorpresa que le tenían preparada al comunicador Juan y Medio (Medalla de Andalucía a la Solidaridad y la Concordia). Allí en el escenario se plantaron dos parejas que se conocieron gracias al programa del almeriense. En esas dos parejas, especialmente en las mujeres (una que no paraba de charlar con Juanma Moreno y otra que se robó el escenario como si llevara media vida sobre
uno), radicaba el sentido del 28 de Febrero y de ser andaluz (y andaluza).
Ese ser y ese sentirse andaluz que intentan reflejar las Medallas se sintió también en un teatro levantado ovacionando a Sarah Almagro, surfista marbellí, campeona de España, de Europa y del mundo que cuenta con prótesis tanto en ambas manos como en ambos pies. La emoción y el recuerdo
radicaron en el grupo Los Romeros de la Puebla levantando su Medalla por sus compañeros fallecidos o en Danza Invisible (Medalla de Andalucía de las Artes), que cantó Sabor de amor y consiguió hacer dar palmas a un público que a lo mejor no daba palmas desde hace años.
Y es que la música, no podía ser menos, formó parte de la gala como un hilo conductor, como un
río recorriendo la tierra. Rosario de Cádiz abrió el acto tras la saeta de Manuel Cuevas, Danza Invisible puso la parte pop y el mítico grupo Jarcha trajo reminiscencias de una libertad recién conseguida. Libertad sin ira fue uno de los momentos de la cita y quizá el nexo de unión entre quienes sintiéndose distintos saben que lo más bonito que puede tenerse en común con alguien es el compartir
patria, en este caso, la andaluza. Y a Jarcha, Medalla Manuel Clavero de este 2024, le siguió una soleá de José Mercé. El jerezano fue flamenco en el cante y en las formas, se emocionó recordando a su hijo y se saltó el protocolo para hablar aunque no tocaba. Pero a José Mercé se le perdona todo si la soleá la remata con un «andaluces, levantaos». Repitió la letra el malagueño Pablo López (Medalla a la Proyección de Andalucía), que fue el encargado de cerrar la gala con su piano y el himno de Blas Infante.
Se cerró así una gala más de un 28-F donde el teatro se llenó de representantes de la sociedad andaluza y donde también hubo mucha presencia cordobesa. Estuvieron, entre otros, el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes; el presidente de la Audiencia Provincial, Francisco de Paula Sánchez Zamorano; el fiscal jefe de Córdoba, Fernando Sobrón; el presidente del PP cordobés, Adolfo Molina; la parlamentaria Beatriz Jurado; el rector de la UCO, Manuel Torralbo, y el empresario ruteño Anselmo Córdoba, entre otros.