Una uci pediátrica más cálida
Música, colores y figuras de tangram para «humanizar» este espacio del hospital Reina Sofía El fin es disminuir el estrés para los 400 niños que ingresan al año en la unidad
La Unidad de Cuidados Intensivos (uci) Pediátricos del hospital Reina Sofía de Córdoba se ha llenado de colores, de música y de figuras del tangram para lograr un espacio más agradable y tranquilizador para los 400 niños que ingresan al año en la unidad, para sus familias y para los profesionales sanitarios que trabajan en ella. El fin ha sido lograr «un espacio humanizado, más agradable y armónico» para conseguir aumentar la confianza y la tranquilidad de los pacientes y sus familias en «momentos tan delicados», explicó ayer el director gerente del hospital, Francisco Triviño.
La nueva decoración con colores, luces y figuras se ha realizado en los doce bóxeres -que cuentan también con música-, zonas comunes, el techo y la sala de información a los familiares, gracias a la colaboración de las fundaciones Juegoterapia y Parques Reunidos. Para el jefe de Pediatría del hospital, José Manuel Rumbao, esta decoración es «la guinda» a la reforma que se llevó a cabo en la unidad hace dos años y se ha jugado con los colores, las luces, las formas y los sonidos para «humanizar» este espacio, en el que «muchas veces se da una información difícil y el entorno ayuda a suavizarla».
Cada bóxer se ha decorado con una figura concreta del tangram. Así que cada uno está tematizado: jirafa, gato, tortuga, corazón, etc. El detalle se extiende hasta el techo, de manera que las luminarias de la habitación también adoptan la forma concreta. Además, son luces que pueden cambiar de color al gusto del paciente. Todos estos elementos se construyen con base en formas geométricas básicas: cuadrado, círculo y triángulo. Además de esta decoración, el
proyecto Cronosomo supone que en cada bóxer hay una estación móvil de música con unos auriculares, un pequeño altavoz y una
pantalla digital en la que seleccionar entre las cuatro listas de reproducción diseñadas por los psicólogos y musicoterapeutas. De esta
manera, el equipo asistencial controla quién y cuándo es aconsejable escuchar música. Se ofrecen, además, listas de reproducción adaptadas a cada momento: relajante, despertar, dormir, calmante o positiva. «Así, el efecto tranquilizador de la música complementa la decoración», apuntó Rumbao.
Igualmente, la directora de Proyectos y Eventos de Juegoterapia, María José Jara, explicó que hace un año se realizó en la uci del hospital de La Paz de Madrid un proyecto similar al realizado en el hospital cordobés y el resultado es que «estar en un espacio humanizado y tranquilo ayuda, según han comentado los médicos, a que la curación sea más rápida, ya que un ambiente más cálido y humano se refleja en la salud del paciente».
Por último, la delegada de Salud de la Junta en Córdoba, María Jesús Botella, destacó que «ahora se aporta calidez y bienestar».