Dentistas denuncian la estafa de los alineadores por internet
Alerta de la proliferación y el escaso control sanitario de las férulas
El Consejo General de Dentistas lleva años alertando sobre los riesgos que supone comprar ciertos productos sanitarios en plataformas online, como blanqueamientos dentales, férulas de descarga para el bruxismo o alineadores dentales. Por eso ayer, Día Mundial de la Salud Bucodental, puso el foco en las «nefastas consecuencias» que, entre otros productos, están provocando «determinados alineadores dentales que se anuncian en redes sociales y que se venden en Internet».
Para el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, «es realmente preocupante cómo han proliferado estas empresas que se anuncian, sobre todo, en redes sociales, y que contratan a influencer sin ningún conocimiento sanitario para que promocionen estos artículos entre sus miles de seguidores».
La organización colegial señala que denunció en «muchas ocasiones» ante la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y ante la administración -que son los organismos competentes para actuar-, que algunas páginas web venden directamente al consumidor artículos que solo pueden ser utilizados por profesionales sanitarios, «lo que supone un grave peligro».
Este año, en particular, ponen el foco en los alineadores dentales tras los últimos casos de pacientes afectados por el uso de estos productos comprados en Internet. La mayoría, señalan, «vio el anuncio repetidamente en redes sociales y creyó el mensaje del tratamiento rápido y más barato. En las plataformas de afectados por estos productos, denuncian no haber sido atendidos por un dentista, haber pagado el tratamiento sin recibir los alineadores e, incluso, haber perdido dientes».
El presidente de los dentistas describe el modo de actuar de estas compañías, similar en todos los casos. «Publicitan, ofrecen y venden al público a través de sus páginas webs y redes sociales tratamientos de ortodoncia invisible, creando la apariencia de que se trata de centros sanitarios, cuando la realidad es que muchos no tienen la autorización necesaria para ello porque simplemente son fabricantes o distribuidores».
Además, continúa el doctor Óscar
Castro, es el paciente «quien se hace las fotos con su teléfono móvil y las envía a través de una aplicación. Según esas imágenes, la empresa le manda todos los alineadores del tratamiento, sin haber sido diagnosticado previamente y sin llevar ningún tipo de seguimiento por parte de un dentista. Y claro, de ahí las graves consecuencias para la salud que estamos viendo».
El Consejo General explica que hace meses que denunció ante la AEMPS y la administración a seis mercantiles que venden estos productos por Internet. En España, a diferencia de Europa, donde sí puede hacerse, para venderse esos artículos tiene que estar involucrado un odontólogo, también para el seguimiento. Por eso, en este tiempo, la Agencia dependiente del Ministerio de Sanidad ha ido advirtiendo a estas compañías que no se podían comercializar por Internet.