La policía registra el palacio y la casa de Dina Boluarte, presidenta de Perú
La mandataria provisional está acusada de un delito de enriquecimiento ilícito
La compra de joyas y relojes de lujo por valor de 460.000 euros, tras el ‘caso Rolex’
La estabilidad política de la presidenta interina de Perú, Dina Boluarte, pendía ayer otra vez de un delgado hilo. En la noche del viernes, un equipo de fiscales y agentes de la Policía Nacional allanó su casa en el marco de una investigación preliminar abierta en su contra por la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito. Los medios lo han llamado el caso Rolex, por el acopio personal de objetos de esa marca y otros artículos de lujo valorados en su conjunto en unos 460.000 euros. El distrito limeño de Surquillo se alborotó por un operativo que siguió horas más tarde en la sede del Ejecutivo. «Personal del Palacio de Gobierno brindó todas las facilidades para la diligencia solicitada, la misma que se desarrolló con normalidad y sin ninguna incidencia», se informó oficialmente.
Boluarte no se encontraba en su domicilio. En el lugar solo estaba uno de sus hijos, aunque luego llegó uno de los abogados de la mandataria provisional.
Según la emisora RPP, el allanamiento con fines de registro de incautación fue aprobado por el juez supremo Juan Carlos Checkley tras un requerimiento presentado por el fiscal general, Juan Carlos Villena, como parte de una investigación que comenzó ante la sospecha de omisión en la declaración jurada de sus relojes, joyas y pulseras.
INDIGNACIÓN Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros, repudió la acción policial y de la fiscalía y dijo sentirse «indignado» con las escenas que la televisión y las redes sociales no dejaron de exhibir. «Lo que ha sucedido constituye un intolerable atropello a la dignidad de la presidenta. No es posible que tengamos que ser testigo de acciones desproporcionadas y cuando no hasta inconstitucionales», aseveró.
Adrianzén recordó que se había pedido al Ministerio Público una nueva fecha para que Boluarte pudiera declarar, «y esto no ha sido concedido». A su criterio, es «insólito» que «a medianoche en un día feriado» se llevara a cabo el operativo. «Se está haciendo una tormenta donde no debería haberla». Adrianzén descartó por completo una dimisión de Boluarte. «De ninguna manera».
La presidencia provisional de Boluarte ha estado marcada por las crisis recurrentes. Asumió en diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo por parte del Congreso y nunca pudo tomar las riendas del Gobierno. Aunque provenía de Perú Libre, el mismo partido de izquierdas de Castillo, no tuvo reparos en ladearse a la derecha y forjar una compleja alianza con sectores conservadores y Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori. Hasta su padre, el
ex autócrata Alberto Fujimori, salió como garante de la continuidad de Boluarte hasta 2026.
DECLARACIÓN JURADA No fueron esta vez las protestas sociales las que la colocaron contra las cuerdas sino la revelación de su última compra suntuaria, un Rolex por el que pagó 12.000 euros. A partir de ese momento, la lente de los medios
de prensa y la propia justicia apuntaron contra los vacíos de su declaración jurada. El diario Perú 21 asegura que los allanamientos se sustenta en las declaraciones que ofreció a los investigadores el dueño de la tienda autorizada para vender los productos Rolex.
El fiscal general, Hernán Mendoza, había asegurado previamente ante la Comisión de Fiscalización
del Congreso que la mandataria «había frustrado» las investigaciones al no acudir a las citaciones hechas para el martes y el miércoles de esta semana. El pedido de dilatar su presentación mediante peticiones de una nueva fecha fue considerado por Mendoza «claro indicador de rebeldía» que no hace más que «retardar el resultado de la investigación».