Paralizado el desahucio de Antonio, a falta de cinco días
Este afectado llevaba alquilado desde hacía 15 años en la calle Lineros
A falta de cinco días para que Antonio Iglesias se viera, vulnerable, en la calle y sin recursos, una apelación de su abogado de oficio evita o, al menos, paralizó ayer el drama de este gallego afincado en Córdoba. El asesoramiento legal de Stop Desahucios Córdoba, como explicó la propia plataforma, fue esencial en el proceso. El 8 de abril era la fecha marcada en rojo en el calendario de Antonio. Suponía el límite para abandonar el hogar donde había residido 15 años, pagando un alquiler en pleno casco histórico de Córdoba. Dicha apelación, según precisó Stop Desahucios a Diario CÓRDOBA, se basa en «ilegalidades» con el procedimiento de ejecución hipotecaria que una entidad bancaria «hizo al propietario».
«Lo denunciamos y lo seguiremos denunciando», afirman desde la plataforma. «El banco vendió la propiedad al fondo buitre», recuerdan. Antonio, que lleva alquilando la vivienda, en la calle Lineros, desde hace 15 años, se ha visto salpicado por ese problema. El afectado, de 59 años, no puede trabajar, como él mismo lamentó a este periódico, y padece una enfermedad pulmonar crónica desde hace 14 años.
La plataforma, según informa, solicitó «una reunión» con el banco para que intermediara con el fondo buitre a favor de una prórroga de estancia y contra el lanzamiento. Cita que consiguieron, abundan, pero que no surtió efecto. La entidad bancaria «se negó», pese a que «él es cliente». El objetivo era negociar un alquiler social o seguir pagando el alquiler de los últimos años. Sin embargo, el banco «se ha lavado las manos impunemente en connivencia con el fondo buitre».
Lo más grave, como señalan desde Stop Desahucios, es que Antonio Iglesias tiene «un informe de vulnerabilidad» y el desahucio lo hubiera dejado «sin alternativa habitacional a espera de los servicios sociales del Ayuntamiento». Este periódico contactó con la entidad bancaria pero no obtuvo respuesta. La plataforma mostró su satisfacción, ya que supone una «victoria» y es, sin duda, un «antecedente» que «nos da fuerzas» contra la «turistificación».