El cierre de fronteras desploma las adopciones internacionales
Las últimas 153 distan mucho de las registrados hace una década
El número de adopciones internacionales en España lleva años descendiendo. En 2023, lo ha hecho hasta los 153 niños y niñas, lo que supone menos de la mitad que antes de la pandemia (entonces fueron 375) y muy lejos de las cifras de hace una década, cercanas a los 1.200 menores. Fuentes del Ministerio
de Juventud e Infancia achacan los principales motivos de la caída a «que muchos países han optado por cerrar sus fronteras o priorizar la adopción nacional y acogimiento» por el principio de subsidiariedad.
Según explican a El Periódico de España, del mismo grupo editorial, otros países «han puesto restricciones, de modo que la mayoría de los menores susceptibles de adopción en los distintos países de origen tiene un perfil para el que hay muy pocas familias que se ofrecen para la adopción: niños mayores, niños con alguna discapacidad o enfermedad y grupos de hermanos».
«Esto lleva a algunos países a admitir exclusivamente ofrecimientos de familias extranjeras para niños a partir de los cinco o más años y en su caso para niños con discapacidad. En paralelo, países que eran aptos para la adopción internacional están mejorando sus propios sistemas de protección, fomentando el acogimiento familiar o brindando más apoyo a las familias de origen», indican.
Parte de este descenso se entiende con Rusia. Vladímir Putin, que en varias ocasiones ha arremetido contra lo que él llama «la corrupción de los valores tradicionales, y que lleva años proponiéndose «defender a sus niños de la degradación de Occidente», endureció los requisitos de adopción en 2011 a países que, como España, habían legalizado el matrimonio homosexual.