Cambios en el entorno Doñana recupera sus lagunas principales, aunque las lluvias llegan tarde para la invernada
El pasado mes fue el segundo marzo más lluvioso en el parque nacional de los últimos 55 años, con 145 litros, según los datos de la ICTS
Las lagunas más importantes de Doñana han recuperado volumen de agua tras las precipitaciones de marzo, aunque no han sido suficientes para la recuperación de las lagunas temporales y han llegado tarde para la invernada de las aves.
El pasado mes ha sido el segundo marzo más lluvioso en Doñana de los últimos 55 años, con 145 litros
por metro cuadrado, solo superado por el de 2018, con 185 litros, según los datos de la ICTS (Instalación Científica Técnica Singular) del parque nacional. «Ha cambiado todo, hay otra alegría», resume la situación, Carmen Díaz
Paniagua, investigadora de la Estación Biológica de Doñana (EBD), tras recorrer el parque nacional.
No obstante, la intensa lluvia ha llegado demasiado tarde a efectos de la invernada de aves. Durante el invierno se acercan a las zonas húmedas
de Doñana cientos de miles de aves, que este pasado invierno se quedaron en 120.000, la peor cifra de la serie histórica de conteos.
La Icts-doñana considera difícil llegar a la media histórica de precipitaciones, unos 500 litros, ya que en estos momentos son poco más de 400 los acumulados en el año hidrológico, que termina en septiembre, aunque, en cualquier caso, ese volumen de agua ya es superior al de los tres últimos años.
Las lagunas temporales de Doñana suman unas 2.000 y conforman un hábitat propio, catalogado por la Directiva europea. Su leve resurgimiento en las zonas de cota más baja se mantendrá si llega más lluvia, pues el nivel del freático se encuentra muy hundido por las extracciones legales e ilegales en el acuífero.