BUSCANDO EL LADO ROSA DE LA VIDA
Vivir aquí y ahora, quedarse con lo bueno de cada instante, aunque lo que toque sea un carcinoma con metástasis que, por mutación genética, obliga a extirpar ganglios, mamas, ovarios y trompas. «La palabra cáncer te conduce al miedo, pero yo prefero cambiarla por amor», asegura Bárbara (34 años). «Cuando me decían que tenía que luchar por mis dos hijos y mi familia, yo decía que luchaba por mí porque, si estaba mal, les transmitiría a todos ellos esa tristeza».
Ninguna enfermedad es bienvenida, pero, una vez que la tienes, lo mejor es tomarla como lección de vida. «Al darme el diagnóstico, dije a los médicos: “¡Genial, hagamos lo que haya que hacer!”. Sentí la necesidad de sacar más energía para curarme y decidí vivirlo de manera plena: viví conscientemente la caída de mi pelo, que me quitaran los pechos, que desapareciera la regla… Fui haciendo mis despedidas, dejando marchar, sin tristeza». Bárbara sabe que el tratamiento médico es imprescindible, pero también ayuda el acompañamiento emocional; por eso, fue subiendo vídeos del proceso a su canal de YouTube (Bárbara cáncer de mama) y, cuatro años después de su diagnóstico, colabora como coach para contagiar su armonía a quienes pasan por lo mismo. Porque ver la vida en clave rosa también forma parte de la curación.
“AYUDA MUCHO HABLAR CON GENTE QUE HA PASADO POR ESTA EXPERIENCIA”