FAUNA DOMÉSTICA

En ocasiones el piso en el que vives puede parecer una especie de zoo. Y es que hay ejemplares únicos (para bien y para mal).

LOS APAÑADOS

Saben cocinar, mantienen la limpieza y el orden e incluso pueden coser un dobladillo. Parece como si les hubieran preparado en un curso de supervivencia militar o algo así. Lo positivo es que con ellos todo está y huele mejor. Lo malo es cuando empiezan a quejarse, normalmente con razón. Intenta cuidarlos un poco más.

LOS FIESTEROS

Son los reyes del mambo y, aunque lleven menos tiempo que tú en la ciudad, ya saben cómo entrar gratis en todas partes. La parte buena es que te sacarán de copas y te llevarán de marcha infnita. La mala son los horarios y que traten de seguir con la festa en casa cuando tú quieres dormir.

LOS SERIOS

Se parecen mucho a tus padres. De hecho, si no fuera porque viste su DNI para hacer el contrato, dudarías de su edad verdadera. Exigen tranquilidad. Si aceptas, no habrá problemas; si no, prepárate para una guerra (silenciosa, eso sí).

LOS VETERANOS

Ya están de vuelta de todo, son mayores que tú y te cuentan sus batallitas. También sientes como que saben más y lo usan en tu contra, pero por otro lado son interesantes y dan buenos consejos en cuanto a libros, parejas o películas.

LOS DIVERTIDOS

Se agradece esa gente que se levanta con una sonrisa y ve el lado bueno de las cosas. Mientras no se pasen con los chistes, la verdad es que con ellos la vida es más alegre. Y, aunque tengan algo de morro, en las horas bajas son impagables; así que... «venga, te hago otro turno de fregar platos».

LOS 'PARA SIEMPRE'

Acabas contándoles tu vida en el minuto uno. Fluye un «hoy por ti, mañana por mí». ¿Qué ocurre? Has encontrado una amiga. Disfruta, porque recordaréis esos años y torturaréis a vuestras parejas con vuestras historias.