VIRGINIA WOOLF
Cuando la actriz Clara Sanchís sale al escenario –con su vestido victoriano, sus merceditas y su bolso de profesora antigua– sientes que te encuentras ante la mismísima Virginia Woolf. La escritora inglesa (1882-1941) recobra hoy actualidad por obra y gracia de Una habitación propia, la obra de teatro basada en el ensayo del mismo título que tras pasar por Madrid se representará en distintos puntos de España (28 de julio, Jaén; 3 de septiembre, Santander; 13 de octubre, Orense...). Lo sorprendente de esta función es que, a pesar de basarse en la figura de una mujer fallecida hace casi ocho décadas, consigue atraer a las espectadoras millennials.
Según Sanchís, hay varias razones que explican este fenómeno: «Virginia está resurgiendo por su libertad
de pensamiento. Porque es una mujer valiente, salvaje, que no teme la emoción. Porque, a pesar de la dureza de lo que nos cuenta, es muy divertida. Y porque la gente joven necesita conocer su pasado para entender su presente y tener armas para defenderse del machismo y combatirlo». En efecto, Una
habitación propia sigue siendo un manual básico del feminismo y Virginia podría ser hoy en día una de las abanderadas del movimiento #Metoo. Pero no es sólo eso lo que nos gusta de ella. También nos encantan su
espíritu bohemio –formó parte del famoso Grupo de Bloomsbury, en el que se debatía de filosofía y arte– y su estética victoriana, caracterizada por los moños deshechos, las joyas old style y las blusas con encaje. Además, la escritora no estaba dispuesta a dejarse caer en brazos de cualquiera; a los 30 años (una edad muy avanzada para la época) seguía soltera, tras rechazar varias propuestas de matrimonio, y sólo accedió a casarse con Leonard Woolf porque éste valoraba su talento como autora. «Es difícil amar si no se tiene la plenitud que da una profesión, el amor sólo puede ser libre», reflexiona Clara. Son muchas las lecciones que nos ha dejado Virginia, pero su alter ego en los escenarios se queda con las siguientes: «No temer la complejidad de los problemas. Luchar por la igualdad real a través de la inteligencia, la preparación y la
cultura. Y jamás caer en la autocompasión».