Cosmopolitan España

¡SOCORRO! SOY BABYSITTER. Las que cuidan niños de otros nos cuentan sus mayores pesadillas.

SI HAS VISTO ‘SUPERNANNY’ SABRÁS QUE CUIDAR NIÑOS (MÁS AÚN SI SON AJENOS) ESTÁ POCO VALORADO. CUATRO CANGUROS UNIVERSITA­RIAS NOS CUENTAN POR QUÉ SON EL CRUCE PERFECTO ENTRE MARY POPPINS Y WONDER WOMAN... PERO SIN SUPERSUELD­O.

- TEXTO: IVÁN IGLESIAS. FOTO: KIM MYERS ROBERTSON.

Raquel cuida a Lucas y Teo. Pasa a buscarlos por el colegio, donde la profe –fgura que algún día desempeñar­á ella, espera– le dice cómo se han portado. Si hace bueno, se los lleva al parque con otros niños y otras babysitter­s. Se sientan juntas, enfrente de las madres, a quienes llaman «el CNI, porque siempre están debatiendo qué hijo es el más listo». Ahí conoció a Sara, experta en calmar las rabietas de Daniela, y a Elena, cuidadora de Guillermo y Andrea. Cuando los niños se ponen impertinen­tes llega el momento de retirarse: un yogur, los deberes, la ducha, el pijama y a esperar a que suenen las llaves. Entonces Lucas se levanta del sofá como una bala a darle un abrazo a su padre, que normalment­e llega cinco minutos antes que su mujer y se lleva a Teo a la cama, totalmente dormido. Y mientras Raquel recoge las piezas de Lego y los cromos y prepara su mochila para irse, aparece la madre, charlan cinco minutos y se va a estudiar. Hoy ha hecho una excepción y sale con Sara, Elena y Eva, su prima y compañera de piso, porque COSMOPOLIT­AN quiere conocerlas y saber cómo viven estas cuatro chicas, universita­rias de mañana y canguros de tarde… y hasta de noche si se tercia.

MOMENTO DE PROTESTAS

Eva aparece con cara de frustració­n y no puede evitar quejarse: «¡Una y no más! ¡Me tengo que cambiar de familia!». Todas saben a qué se refere. Los padres del bebé de cinco meses que tiene a su cargo cuatro horas al día han llegado tarde otra vez. Telmo es buenísimo, pero le están saliendo los dientes y se coge unas rabietas que se entera todo el centro de Madrid y parte del extrarradi­o. «Y encima de tenerme ahí una hora más, va la madre y me pregunta que por qué está el lavavajill­as sin recoger. Soy la chacha peor pagada de la historia». Ha abierto la veda, y lo primero que va a salir a relucir es su escueta nómina pese a sus estudios, su buena apariencia y su mucha paciencia. Cuatro horas, de lunes a viernes: 400 euros al mes. Si son tres horas, 100 euros menos. En la mayoría de los casos, sin contrato y sin alta en la Seguridad Social. Como indica Elena, «parece que las del CNI del parque han fjado esas condicione­s y el resto de los padres las siguen a rajatabla». Precisamen­te Elena va a acabar pronto Enfermería y está deseando trabajar en un hospital y ganar un sueldo digno: «He desarrolla­do un aguante que nunca pensé que alcanzaría, y eso que creía que me gustaban los niños. Ahora soy puro zen, pero estoy saturada de juegos infantiles y dibujos animados. Este trabajo requiere mucha entrega». ¿Descartada pediatría? «Me gustaría entrar en quirófano, donde apenas tienes contacto con la gente, bueno, al menos no hablas directamen­te con ella». Sara sí tiene contrato y Seguridad Social, pero la familia le paga el salario mínimo. «No es una fortuna –aclara–. Eso sí, al menos sé que estoy cubierta y puedo coger una baja. Para mí era primordial que se respetaran mis derechos, al igual que asumo mis obligacion­es. Es la única forma de que la confanza sea mutua».

AUN TENIENDO ESTUDIOS, EL SALARIO MEDIO POR CUATRO HORAS AL DÍA ES DE 400 EUROS

La motivación es conseguir ingresos extras en el tiempo libre y la forma de acceder a dicho mercado es sencilla: te registras en unas webs específcas y son los padres los que eligen. Nuestras protagonis­tas tienen fcha en estos sites, allí obtuvieron sus empleos y, en el caso de Raquel, ya es la quinta familia para la que trabaja por sus buenas referencia­s.

LA CUIDADORA PERFECTA

Topnanny.es y Sitly.es permiten el encuentro entre las dos partes. Marga Escribano es socia fundadora de la primera, que comparte con su marido. La crearon en Francia en 2011, cuando se dieron cuenta de que encontrar una niñera de confanza era una odisea. En 2014 abrieron en España, donde cuentan con más de 710.000 usuarios (y subiendo). «Un buen anuncio es fundamenta­l –dice Marga en una entrevista telefónica–. Hay que dedicar un tiempo a presentars­e, detallando qué trabajo buscas y tus cualidades. Para que un perfl sea atractivo, además de la foto, debe incluir las actividade­s que sueles realizar, un documento que confrme tu identidad y recomendac­iones, que habrás solicitado previament­e. Esto generará un plus de confanza». En Topnanny.es están muy orgullosos de su sistema de comprobaci­ón de perfles para garantizar la identidad.

ENTRE LAS VIRTUDES MÁS VALORADAS, LA DISPONIBIL­IDAD A CUALQUIER HORA DEL DÍA O DE LA NOCHE

Lo consiguen a través de la validación privada de datos, aunque también indican que no son una agencia y deben ser los padres los que realicen las comprobaci­ones y formalicen el contrato. ¿Cuál es el retrato robot de la niñera más demandada? Patricia Adam, responsabl­e de comunicaci­ón de Sitly en España –una plataforma holandesa presente en nueve países de Europa y América, con más de un millón de candidatas–, responde: «Uno de los servicios más solicitado­s son las medias jornadas, para que recojan a los niños en el cole y los lleven a casa. Se exige experienci­a y formación, si es universita­ria, mejor. Crece la demanda de chicas con un alto nivel de inglés para que ayuden a sus hijos con los deberes, ya que van a colegios bilingües».

‘BABYSITTER’ 2.0

«Buscamos nanny sin hijos, altamente cualifcada, que tenga un título en psicología infantil y más de 15 años de experienci­a. Cobrará 100.000 euros al año por un puesto que implica conducir Porsches y Maseratis, viajar a destinos paradisiac­os con la familia, disponibil­idad de un chef con estrella Michelin y entrenamie­nto en defensa personal». Raquel, Eva, Sara y Elena se quedan con la boca abierta cuando leen el recorte de este anuncio de la prensa británica. «A mí me dijeron que si sabía montar en patinete y ya me pareció extraño, pero claro, por pedir…», dice Elena. Todo suma y todos los padres quieren lo mejor. Raquel siempre saca el certifcado que acredita su posgrado en pedagogía infantil cuando va a una entrevista porque sabe que da puntos; de los conocimien­tos de enfermería de Elena les gusta que sepa de primeros auxilios; Eva cuida a un bebé porque su hermana nació cuando ella tenía 16 años y ejerció casi de madre durante ese verano, mientras su progenitor­a trabajaba, y Sara reconoce que tiene aún más ganas de ser psicóloga después de lidiar con la hiperactiv­idad de la inquieta Daniela. «Todos coinciden en que tengas disponibil­idad casi total para que estés ahí si surge un imprevisto. Si salen a cenar o de viaje, te tienes que organizar sobre la marcha, porque has creado un vínculo importante con los niños y, la mayoría de las veces, con los padres», comenta Raquel. «Por eso les llamamos “mi familia”, ¿no?», apunta Sara.

¿QUÉ PASA CON LOS CHICOS?

Y llega la pregunta del millón: ¿alguien conoce a algún chico canguro? Se miran perplejas y Elena dice que es difícil de encontrar, pero que su novio estuvo en Irlanda de au pair y que, antes de ser profesor de Educación Física, cuidó a un niño. «Trabajó unos meses para una familia bastante desestruct­urada. El crío necesitaba una referencia masculina más que un cuidador. Jugaban al fútbol, al baloncesto, iban al cine o se quedaban en casa enganchado­s a la videoconso­la. Era una relación de hermano mayor, pero al niño le vino genial porque consiguió integrarse en el cole». En Topnanny.es confrman que los varones escasean. «La cifra apenas supera el 4,5%, y eso a pesar de que cada vez son más las familias que se deciden por ellos». Precisamen­te en 2012, Michael Kenny fue noticia por ser el primer hombre que entraba en Norland College, la escuela de Inglaterra de donde salen las nannies de los clanes más ricos del mundo. Por ejemplo, la palentina María Teresa Turrión pasó por sus aulas y hoy se ocupa de George, Charlotte y Louis, los hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton. «Me encantaría estudiar allí», asegura Eva, que ya ha olvidado su cabreo inicial y saca a relucir su lado entusiasta. «En Derecho no me va bien… Pero claro, la matrícula son 15.000 euros y en España no hay escuelas de niñeras que te acrediten con un título». Es cierto, aquí la profesión ni siquiera está registrada, entra en lo que se conoce como servicio doméstico. Pero un grado en la prestigios­a escuela inglesa puede suponer un trabajo de 80.000 euros al año en cualquier lugar del mundo. Gwyneth Paltrow o Linda Evangelist­a recurriero­n a ella cuando tuvieron a sus vástagos y las casas reales de los países árabes las eligen para remarcar su poder. «Aquí también pasa. Yo estuve 15 días de vacaciones con una familia y me sentí como un trofeo al que tenían que pasear. Me llevaban a la playa, los niños jugaban y ellos se dedicaban a compararme con otras chicas. Es ridículo, pero les hace sentirse como los reyes del chiringuit­o». Se nos hace tarde y Raquel, Sara, Eva y Elena empiezan temprano en la universida­d. Después irán a por sus pupilos. Ellas les ayudarán a crecer y a no sentir la ausencia de sus padres. Si al menos se les valorara por ello…

EN INGLATERRA EXISTE UNA PRESTIGIOS­A ESCUELA QUE GARANTIZA UN SUELDO DE ALTA EJECUTIVA

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