Mi peor cita
ENCUENTROS DE PAREJA PARA REÍR... ¡O PARA ECHARSE A LLORAR!
No hay quien se salve de alguna cita absurda para el olvido. Dejemos de esconderlas en el armario y riámonos juntas de ellas. Una noche terrorífica
«Cuando el chico que me gustaba eligió una peli de terror para nuestra primera cita, no consideré necesario decirle nada sobre mi tendencia a desmayarme cuando veo sangre. Error. Nada más empezar la proyección noté cómo me mareaba hasta que me caí redonda al suelo. Él se asustó muchísimo y pidió ayuda a gritos. Pararon la película y encendieron las luces del cine. Cuando desperté, él estaba lívido de miedo y me sujetaba las piernas en alto para que me fuyera el riego a la cabeza... con lo que enseñaba a todo el público mi ropa interior. Fue espeluznante». LÍA (19 años).
No apuntes tan alto
«Nos conocimos en una web de citas. Según mis amigos, era una de las más serias: tú dices qué profesión y sueldo te gustaría que tuviera tu candidato, qué religión aceptarías que practicara, qué tipo de cuerpo desearías disfrutar y hasta si tolerarías que fumara o tuviese hijos. Pensé que al especifcar tanto no habría problema alguno para acertar. Y eso pareció al principio, cuando tras rellenar todos los campos de búsqueda, creí haber dado con un can-di-da-ta-zo. Hasta que nos citamos y vino la sorpresa. Era el chico de la fotografía, pero tardó medio minuto en presentarse nuevamente. Estaba desempleado, compartía piso con estudiantes, fumaba, tenía hijos y casi me doblaba la edad. Vamos, un compendio de lo que nunca aceptaría. «Esto es lo que pasa cuando eres demasiado pretenciosa», me soltó con toda su cara. ¡Y yo que ya me había encariñado con mi utópico amor ideal...!». ALBA (32 años).
Azúcar, por favor...
«Aún moría de amor por mi ex cuando recibí en el móvil un mensaje en el que me invitaba a un café. “Necesito verte”, me decía. ¡Tal vez quería volver conmigo! La cita comenzó de maravilla y el amor brotaba de sus ojos. “Estoy bien. Enamorado como nunca...”, dijo. Hizo un largo silencio y agregó: “De tu prima”. Fue el café más amargo de toda mi vida». BÁRBARA (27 años).
Esto debe de ser un error
«Durante el último curso del instituto estuve tonteando con una chica de mi clase. Creo que estaba bastante claro que me gustaba, así que me llevé una alegría cuando el último día de clase la invité a salir y me dijo que sí. Cuál fue mi sorpresa cuando apareció con un tío barbudo de dos metros al que presentó como su novio y con el que se estuvo dando el lote toda la noche. No entendí nada». MARÍA TERESA (19 años).