SÍNDROME DEL MAIL LLENO
SI QUIERES QUE EL CAOS DEJE DE REINAR EN TU ORDENADOR, AQUÍ TIENES LA ÚNICA TÉCNICA QUE FUNCIONA DE VERDAD.
Sales del trabajo con la sensación de que no te ha cundido el día en absoluto? Existe una explicación, más allá de tu tendencia a procrastinar. Según un estudio publicado por la consultora McKinsey, pasamos el 28% de nuestra jornada laboral leyendo y contestando correos electrónicos. Una cifra elevada, teniendo en cuenta que más de la mitad de este tiempo no resulta productivo y podría ser utilizado en tareas prioritarias, para evitar las horas extras. ¿Cuál es entonces la clave para ser más eficiente en su uso? No hay trucos: sólo una buena organización, bastante disciplina y un extra de concentración te salvarán de no ser superada por una montaña de mails. Y, también, seguir una fórmula que te ayude a lograrlo. Existen muchas, la mayoría de ellas inspiradas en el GTD, bautizado así por el libro Get Things Done, de David Allen. Su teoría, reconocida como una de las más útiles, tiene
EL BUZÓN DE ENTRADA DEBE ESTAR VACÍO, Y SÓLO NECESITAS CUATRO CARPETAS PARA ORGANIZAR LOS MENSAJES EFICIENTEMENTE
como fin mejorar la gestión, el almacenamiento y la clasificación de tareas en todos los ámbitos de tu vida. Y, por supuesto, en la gestión de tu correo electrónico.
DEJA DE CHEQUEAR
Para dejar atrás el primer –y más extendido– mal hábito, necesitas tener suficiente fuerza de voluntad. Hablamos del chequeo constante, es decir, la manía de comprobar casi compulsivamente la llegada de nuevos mensajes. Es algo más habitual de lo que nos puede parecer porque, según un estudio de la Universidad de California, se estima que lo hacemos una media de 36 veces por hora. La incertidumbre de no saber qué nos vamos a encontrar genera adicción, y nos invita a abrir el correo cada cierto tiempo. Pero lo peor de todo, y tienes que reconocer que tú también lo haces, es que la mayoría de las veces ni siquiera contestarás ese correo. Lo etiquetarás como no leído y lo olvidarás hasta nueva orden.
SÉ PROACTIVA
«Entramos en el mail o en cualquier servicio de mensajería instantánea como quien lo hace en un bar para pasar el rato. Y no puede ser así: tienes que estar preparada para procesar lo que encuentres rápidamente y salir de ahí cuanto antes», explica Manuel Hernando, consultor y formador interno de Telefónica, que ha creado su propio método. Algo así como el feng shui de la mensajería informática, que resume en estos consejos.
LAS CLAVES
La principal: que sufras este síndrome no depende sólo de tu capacidad para responder al correo, sino de que lo organices bien. Toma nota.
Menos es más. ¿Acaso se puede afrontar con optimismo un día de trabajo cuando tienes por delante 300 mensajes sin leer? Seguramente no. Apunta: tu buzón siempre ha de estar vacío. Esto te ayudará a no acumular y a contestar a tiempo. Una recomendación: recurre a la regla de los dos minutos. Si una vez transcurrido ese periodo no has podido responder a alguien, entonces tienes que decidir qué hacer con él.
Divide y vencerás. En otras palabras, ordena. Pero no cantes victoria. Tener el correo organizado con decenas de categorías por temática o proyectos es tan caótico como no tener ni una. El número adecuado es cuatro. Y no de cualquier tipo o nombre: se trata de cuatro carpetas ejecutivas –clasificadas por tareas– en las que has de guardar lo que recibes. Con este método podrás saber de un vistazo lo que tienes que hacer y qué es urgente. La primera deberá llamarse Contestar, y en ella incluirás las peticiones que merecen tu respuesta urgente. En la segunda,
Esperar, encontrarás los asuntos que han quedado pendientes de resolver y necesitan un seguimiento. Una vez solucionados, debes archivarlos. La tercera opción es Revisar, y contiene los correos que no necesitan respuesta pero deberás volver a leer más adelante. Por último, los mensajes relativos a asuntos ya cerrados hay que trasladarlos a la carpeta Archivar. Para localizar rápidamente todas las conversaciones sobre un tema en concreto, puedes categorizarlas por colores.
El toque fnal. No te conformes con un uso pasivo y explora las diferentes opciones de configuración de tu servidor. Puedes marcar ciertos contactos como prioritarios o dejar que los mensajes se autoarchiven al cabo de un tiempo. Ya sabes, ¡mantén el mail a raya!
UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA REVELA QUE COMPROBAMOS EL ‘MAIL’ 36 VECES POR HORA