Aceptar desafíos
A menudo, el hecho de no hablar o no dominar lo suficientente bien el castellano, nos sirve de excusa general a los residentes alemanes para evitar tener contacto con nuestros vecinos españoles. Sin duda, en muchos lugares de la Costa Blanca, tampoco hay necesidad de adaptarse al idioma local, cuando basta con el alemán para salvar las necesidades del día a día. Tampoco se trata de hacer reproches a los muchos residentes que prefieren rodearse de compatriotas. No obstante, sí que merecería la pena considerar de vez en cuando si no podría ser tambien un bonito desafío integrarse conscientemente en un país extranjero. Por ejemplo, las actividades deportivas ofrecen una buena posibilidad de entrar en contacto con españoles y residentes de otros países, aunque se tenga poco o ningún conocimiento del idioma. Y en un curso de baile, basta con unas pocas palabras para, en el mejor de los casos, aprender conjuntamente a moverse de una manera más o menos vistosa sobre el parquet. Y ello, tanto física como mentalmente.