Ein Urteil, eine Frechheit
Die Führungsriege der früheren CAM hat die Sparkasse an die Wand gefahren, die Bilanzen gefälscht und die Öffentlichkeit über die prekäre finanzielle Situation des Instituts getäuscht – am Ende ein 5,25 Milliarden Euro-Krater. Derweil zogen sie Kleinanlegern mit hochriskanten Anlageprodukten das Geld aus der Tasche. Dafür hatte die Bankdirektoren sich vor dem Strafgericht zu verantworten. Die Urteil: Freispruch für den Aufsichtsratsvorsitzenden Modesto Crespo, drei Jahre für den einst allmächtigen Roberto López Abad, vier Jahre für den Planungsdirektor Teófilo Sogorb und drei Jahre für Finanzjonglierwunder Maria Dolores Amorós plus Geldstrafen von unter 20.000 Euro. Das Urteil impliziert die Höchststrafe – nämlich Totalpleite – für zahlreiche Anleger. Es enthält die Botschaft, dass Beschiss im Dunstkreis der Macht als Kavaliersdelikt gilt. Es ermöglicht den Verurteilten, nach einem Kurzbesuch hinter Gittern in den Genuss maßlos überhöhter Bezüge zu kommen. Dieses Urteil ist ein Schlag ins Gesicht für die Öffentlichkeit nach all den Korruptionsskandalen, die das Ansehen der Region besudelt haben. Desfachatez judicial La antigua junta directiva estrelló a la CAM contra la pared. Falsificó los balances y mantuvo engañado al público sobre la precaria situación financiera de la institución bancaria, que acabó en un destrozo de 5,25 mil millones de euros. Entretanto, seguían sacando dinero del bolsillo a pequeños inversores vendiéndoles productos de alto riesgo. Luego tuvieron que justificarse ante la Audiencia Nacional. El juicio acabó con la absolución del presidente Modesto Crespo, una sentencia de tres años de cárcel para el todopoderoso Roberto López Abad, tres años para la malabarista financiera María Dolores Amorós, y multas por debajo de 20.000 euros. Esta sentencia, también implica la pena máxima para muchos pequeños inversores que perdieron todo. Conlleva el mensaje de que la estafa perpetrada al amparo del poder, es solo un delito menor. Hace posible que los procesados, tras una corta estancia entre rejas, puedan volver a disfrutar de retribuciones exorbitantes. Esta sentencia es un golpe en la cara de todos los valencianos y una vergüenza pública que se añade al sinfin de escándalos de corrupción que han desprestigiado a la región.