Das zweite Gewissen
Sechs der neun Geschworenen haben Miguel López vom Vorwurf des Mordes an seiner Schwiegermutter María del Carmen Martínez freigesprochen. Ob dies ein gerechtes Urteil ist oder nicht, sei dahingestellt. Vielmehr stellt sich wieder einmal die Frage nach dem Sinn von Geschworenenprozessen. Kann der Rechtsstaat einem Normalbürger zumuten, über Unschuld oder Schuld eines anderen zu urteilen? Riskieren, dass ein Geschworener möglicherweise jahrelange Zweifel und Gewissensbisse mit sich herumträgt, ob er richtig oder falsch geurteilt hat? Der psychische Druck für die Laienrichter ist enorm, wie sich auch im Sala-Mordfall gezeigt hat. Es sind keine Berufsrichter, die das Risiko einer falschen Entscheidung bei ihrer Berufswahl in Kauf nehmen. Dass „das Volk an der Rechtsprechung mitzuwirken hat“, wie es etwa die österreichische Verfassung festlegt, mag theoretisch ein edler Vorsatz sein. Doch stellt sich die Frage, ob das Modell der Schöffengerichte wie etwa in Deutschland und die gemeinsame Urteilsfindung mit Berufsrichtern nicht die bessere Lösung ist.
A conciencia
Seis de los nueve miembros del jurado han declarado a Miguel López no culpable de ser el autor material del asesinato de su suegra María del Carmen Martínez. Nos abstenemos de decir si se trata de una sentencia justa. La cuestión que se plantea es más bien si los tribunales de jurado popular tienen sentido. ¿Puede el estado de derecho exigir a un ciudadano normal y corriente que juzgue sobre la culpabilidad o inocencia de otras personas? ¿Y asumir el riesgo de que pueda tener que seguir viviendo con la duda sobre si ha tomado la decisión correcta o no? La presión psícológica sobre los jueces no letrados es enorme y el caso Sala lo ha vuelto a demostrar. No se trata de jueces profesionales que han asumido de entrada el riesgo de tomar decisiones incorrectas. Que "el pueblo debe participar en la jurisprudencia" según lo establece, por ejemplo, la constitución austríaca, puede que en teoría sea una noble intención. No obstante, la cuestión es si no sería mejor solución seguir un modelo parecido al que se practica en Alemania con una mezcla de no letrados y jueces profesionales.