Vordergründig fortschrittlich
Es ist ein leiser, allgegenwärtiger und sicherlich nicht vollendeter Fortschritt, den die Frauenbewegung erreicht hat. Man sieht ihn überall. Die Öffentlichkeit nimmt viel bewusster Probleme wahr, die vorher unter den Tisch gekehrt wurden, das reicht vom Machismus und der Misshandlung von Frauen bis hin zu den Schwierigkeiten, Beruf und Erziehung zu vereinbaren. Den Protesten gegen die Gruppenvergewaltigungen will die Regierung nun mit dem Gesetz zur Sexuellen Selbstbestimmung oder Freiheit – je nachdem, wie man libertad sexual übersetzt – Rechnung tragen. Abscheuliche Verbrechen, die zuerst als sexueller Missbrauch verharmlost wurden – weil im Fall der Manada ein von fünf Männern auf engstem Raum bedrängtes Mädchen sich weder in Wort noch Tat wehrte. Die Regierung kommt ihrer Aufgabe als Gesetzgeber nach. Der Oberste Justizrat lastet dem Entwurf jedoch die Aushebelung eines Grundprinzips der Rechtsprechung an. Moralisch wähnt sich die Regierung mit dem Postulat „Nur ein Ja ist ein Ja“im Recht und meint, damit einen Angeklagten in die Beweispflicht nehmen zu können. Dieser Entwurf eines sicherlich notwendigen Gesetzes hat wenig mit sexueller Freiheit und Selbstbestimmung zu tun. Vielmehr reiht er sich in eine Tendenz ein, ohne Zweifel großen Herausforderungen mit Einschränkungen zu begegnen, die oft in Verbote münden und damit Freiheiten einschränken oder in die Privatsphäre eingreifen. Das Kabinett Sánchez gibt sich gerne fortschrittlich, doch es handelt nicht mehr so. Und das schon seit geraumer Zeit.
Apariencia progresista
Es un silencioso, omnipresente y seguramente inacabado progreso, el que ha conseguido el movimiento feminista. Se ve en todas partes. La opinión pública es mucho más consciente de problemas que antes eran silenciados, desde el machismo o el maltrato de mujeres hasta las dificultades para compaginar el trabajo y la educación de los niños. A las protestas contra las violaciones en grupo, el gobierno le quiere rendir tributo con la ley de libertad sexual, que podría también llamarse ley de autorealización sexual. Crímenes abominables, que primero fueron minimizados como abuso sexual – porque la víctima en el caso de la manada, una niña asediada por cinco hombres en un espacio reducido, no se defendió ni verbal ni físicamente. El gobierno cumple su papel de legislador. Pero el Consejo Superior del Poder Judicial le recrimina que desarbola un principio básico de la jurisprudencia. Moralmente el Gobierno cree tener el derecho de su parte con el postulado que „sólo un si es un sí“y piensa que puede obligar a un imputado tener que probar su inocencia. El borrador de una ley seguramente necesaria tiene poco que ver con la libertad o la autorealización sexual. Más bien entra dentro de una tendencia, la de afrontar sin duda grandes desafíos con restricciones, que a menudo desembocan en prohibiciones, limitando las libertades o interviniendo en el ámbito privado. El Gabinete de Sánchez suele venderse como progresista, pero ya no actúa así. Desde hace algún tiempo ya.