Was drin ist, ist drin
Moment mal. Bevor Sie im Eifer des Gefechts Ihren Senf zum provokativen Facebook-Kommentar des Bekannten dazugeben oder ein Foto von der letzten Familienfeier posten, halten Sie mal kurz inne. Wollen Sie wirklich, dass der Rest der Welt weiß, was Sie über Ihren Nachbarn denken und wie Ihr dreijähriger Enkel aussieht? Was mal drin ist im Internet, ist drin – und bekanntermaßen nicht mehr so leicht rückgängig zu machen. Wie unkontrolliert sich Informationen im Netz verbreiten, aus dem Zusammenhang gerissen werden und sich zur Karikatur entwickeln, haben Madrider Schüler anschaulich demonstriert. Per WhatsApp schickten sie Strichmännchen „Nico“auf Reisen und staunten nicht schlecht, als er innerhalb weniger Tage virtuell 144 Länder bereist hatte. Eine simple Idee, die die Schüler davor warnen sollte: „Passt auf, was ihr im Netz verbreitet!“Ein Appell, der bitter nötig ist, schließlich wächst da eine Generation heran, die ein Leben ohne WhatsApp und Instagram gar nicht mehr kennt. Wenigstens vorgewarnt sollte sie sein, und die ältere Generation kann sich ruhig eine Scheibe davon abschneiden. Melanie Strauß ¡Un momento, por favor! Antes de que, en el fragor del combate, decida meter baza tras el provocador comentario de un conocido en facebook o de postear una foto de la última fiesta familiar, deténgase Vd. un instante y reflexione. ¿De verdad quiere que el resto del mundo sepa lo que piensa de su vecino o que conozca el aspecto que tiene su nieto? Dentro es dentro y lo que una vez ha sido colgado en la red, ahí queda sin posibilidad de recuperación. Un grupo de alumnos madrileños ha conseguido ilustrar el descontrol con el que se divulgan las informaciones en la red y cómo se van sacando de contexto hasta convertirse en caricatura. Para ello, simplemente, enviaron de viaje al monigote "Nico" a través de WhatsApp. Luego quedaron bastante asombrados con el hecho de que, en pocos días, había viajado, virtualmente, por nada menos que 144 países. Una simple idea que sirve para avisar a los jóvenes: "¡Cuidado con lo que ponéis en la red!" Un llamamiento muy necesario. Al fin y al cabo, ahí tenemos una generación que desconoce una vida sin WhatsApp o Instagram. Al menos, debería estar avisada. Y de paso, los mayores también pueden tomar nota y sacar sus conclusiones.