Herausforderungen annehmen
Oftmals muss der Vorwand, kein oder nicht genügend Spanisch zu sprechen, als pauschale Entschuldigung dafür herhalten, dass sich deutsche Residenten in Spanien nicht mit Einheimischen umgeben. Zweifellos besteht in vielen Orten an der Costa Blanca auch gar nicht die Notwendigkeit, sich sprachlich anzupassen, da man im Alltag doch ganz gut mit Deutsch durchkommt. Dass sich viele ausländische Residenten lieber mit Landsleuten umgeben, soll niemandem zum Vorwurf gemacht werden. Dennoch sollte man hin und wieder darüber nachdenken, ob es nicht auch eine schöne neue Herausforderung sein kann, sich in einem fremden Land wirklich bewusst zu integrieren. Eine tolle Möglichkeit, trotz geringer oder gar keiner Sprachkenntnisse, mit Spaniern und Residenten anderer Nationen in Kontakt zu treten, bieten sportliche Betätigungen. Beim Tanzen etwa lernt man neben Gleichgesinnten und ein paar praktischen spanischen Wörtern bestenfalls sogar, sich mehr oder weniger ansehnlich zu bewegen. Und das nicht nur in physischer, sondern auch in mentaler Hinsicht ... A menudo, el hecho de no hablar o no dominar lo suficientente bien el castellano, nos sirve de excusa general a los residentes alemanes para evitar tener contacto con nuestros vecinos españoles. Sin duda, en muchos lugares de la Costa Blanca, tampoco hay necesidad de adaptarse al idioma local, cuando basta con el alemán para salvar las necesidades del día a día. Tampoco se trata de hacer reproches a los muchos residentes que prefieren rodearse de compatriotas. No obstante, sí que merecería la pena considerar de vez en cuando si no podría ser tambien un bonito desafío integrarse conscientemente en un país extranjero. Por ejemplo, las actividades deportivas ofrecen una buena posibilidad de entrar en contacto con españoles y residentes de otros países, aunque se tenga poco o ningún conocimiento del idioma. Y en un curso de baile, basta con unas pocas palabras para, en el mejor de los casos, aprender conjuntamente a moverse de una manera más o menos vistosa sobre el parquet. Y ello, tanto física como mentalmente. Kathrin Lucia Meyer