Ein wundersames Wesen
So viel Aufwand für einen kleinen Fisch, den man noch nicht mal essen kann? Ja genau, und es sollte noch viel mehr getan werden, um das Seepferdchen vor dem Aussterben zu retten. Schließlich hat der Mensch ihm die Lebensgrundlage entzogen, indem er das Mar Menor verschmutzt und die Seegraswiesen zerstört. Dabei ist dieses wundersame Wesen einzigartig, nicht nur weil es den Kopf eines Pferdes und den Schwanz eines Klammeraffen hat. Das Seepferdchen ist voll auf der Höhe der Gender-Diskussion, denn die Trennlinie zwischen Männchen und Weibchen kann nicht exakt gezogen werden, sind es doch die Seepferdchen-Männer, die den Nachwuchs in ihrer Bauchtasche austragen und auf die Welt bringen. Außerdem ist der kleine Fisch sympathisch und freundlich, wenn er seinen Schwanz um den Zeh des Schnorchlers wickelt. Er kann als Emblem und Touristenattraktion das Image des Mar Menor aufwerten. Aber dazu muss ihm geholfen werden, zu überleben und gesund zu bleiben. Sandra Gyurasits ¿Tanto esfuerzo por un pececito que ni siquiera se puede comer? Pues sí, así es, y aún habría que hacer mucho más para preservar al caballito de mar de su extinción. Al fin y al cabo, es el hombre el que le ha privado de las bases de su existencia, contaminando el Mar Menor y destruyendo las praderas de posidonia. Y eso que estamos hablando de un ser único, no sólo porque tiene la cabeza de un caballo y la cola de un arroba. El caballito de mar encaja de lleno en la discusión sobre el antisexismo, ya que es imposible trazar una línea divisoria exacta entre machos y hembras. En su caso, son los machos los que llevan a los descendientes en su bolsa incubadora y los ven nacer. Por si fuera poco, se trata además de un pececito simpático y amable, al que le gusta envolver su cola alrededor de los dedos de los pies de los buceadores. Podría servir de emblema y atracción turística, y ayudar así a mejorar la imagen pública del Mar Menor. Pero, para llegar a eso, primero habría que ayudarle a sobrevivir y procurarle un entorno saludable.