Wie wär´s mit Solidarität?
Jetzt ist die Entscheidung in Brüssel gefallen: An Spanien und Portugal soll erstmals, seit es den Euro gibt, ein Exempel statuiert werden. So wollen es vor allem die Deutschen. Beide Länder, die die Krise noch längst nicht überwunden haben, werden also eine Strafe erhalten, weil sie den Stabilitätspakt nicht eingehalten haben. Wahrscheinlich wird das Bußgeld null Euro betragen. Alles also nur ein symbolischer Akt. Was für eine Farce – und was für eine Dummheit. In Zeiten, da es in der EU in Sachen Zusammenhalt an allen Ecken und Ende kracht, da Großbritannien sogar für den Ausstieg votiert hat, ausgerechnet da zwei noch immer europafreundliche Länder zu bestrafen, das kann doch niemand ernsthaft wollen, dem an einem gemeinsamen Europa noch irgendetwas gelegen ist. Wer es dennoch tut, schaufelt fleißig an seinem Grab. Strafen fördern keine europafreundliche Stimmung. Wie wär’s stattdessen mit ein wenig Solidarität? Und wenn ein EUKommissar namens Günther Oettinger meint, alles andere als eine Strafe sei den Bürgern nicht zu vermitteln, dann kann man nur sagen: Werter Herr Oettinger, den Bürgern etwas zu vermitteln, das ist – verdammt nochmal – Ihr Job als Politiker.
¿Y con solidaridad?
En Bruselas, por fin, se ha tomado una decisión: por primera vez desde que existe el euro se pretende dar ejemplo con España y Portugal. Es, sobre todo, lo que quieren los alemanes. Ambos países que, ni mucho menos han superado aún la crisis, serán sancionados por no haber cumplido con el pacto de estabilidad. Probablemente, la multa será de cero euros, es decir, un acto meramente simbólico. ¡Qué farsa! ¡Y qué tontería! Castigar a dos países que siguen siendo partidarios de una Europa unida en tiempos en los que surgen problemas por todos lados, justo cuando Gran Bretaña ha votado a favor de una salida, es algo que ningún partidario de una Europa unida puede desear de verdad. Quien, a pesar de ello, lo suscriba, no hará más que cavar con empeño su propia tumba. Las sanciones no fomentan un ambiente pro europeo. En lugar de eso, ¿qué tal un poco de solidaridad? Y si algún comisario de la UE llamado Günther Oettinger piensa que todo lo que no sea una sanción no sería comprendido por los ciudadanos de otros países, habría que responderle: ¡maldita sea! Ése es, precisamente, su trabajo como político, estimado Sr Oettinger, hacerse comprender.