Geld regiert die Welt
In Marbella sind bei 98 Prozent des 27 Kilometer langen Küstenstreifens die ersten 100 Meter in Küstennähe bebaut. Nun werden wohl auch die letzten zwei Prozent den nächsten Bauprojekten zum Opfer fallen. Wie kann es sein, dass die Stadt an den Flächennutzungsplan (PGOU) aus dem Jahr 1986 anknüpft und zulässt, dass auf einer unversehrten Brachfläche nun bald ein Luxushotel und 186 Wohnungen hochgezogen werden? Der PGOU stammt aus der Ära von Ex-Bürgermeister Jesús Gil, einer Zeit, in der Willkür im Bausektor herrschte und es möglich war, 18.000 illegale Wohnungen zu bauen. Noch immer überschatten der Bauwahn und die damit verbundenen korrupten Machenschaften zur Amtszeit Jesús Gils die Stadt Marbella. Wäre es da nicht eine logische Folge, aus Fehlern zu lernen und dem Umwelt- und Küstenschutz eine höhere Priorität einzuräumen? Sobald finanzkräftige Investoren mit Millionenprojekten locken, scheint alle Vernunft dahin. Geld regiert die Welt– und wohl auch Marbella.
El dinero manda
En Marbella, el 98 por ciento de los 27 kilómetros de costa están urbanizados en sus cien primeros metros cerca de la costa. Es probable que el dos por ciento restante sea pronto víctima de proyectos de construcción. ¿Cómo puede ser que la ciudad se base en el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 y permita que un hotel de lujo y 186 apartamentos se construyan en un terreno baldío intacto? El PGOU data de la era del ex-alcalde Jesús Gil, una época en la que prevalecía la arbitrariedad en el sector urbanístico y se podían construir 18.000 apartamentos ilegales. La locura urbanística y los actos corruptos durante el gobierno de Jesús Gil aún hacen sombra sobre Marbella. ¿No sería una consecuencia lógica, aprender de los errores y dar más prioridad a la protección del medioambiente y a las costas? Tan pronto como los inversores financieros sólidos empiezan a atraer proyectos millonarios, parece desvanecerse la razón. El dinero gobierna el mundo, y al parecer también a Marbella.