Trump und Peanuts
Heute ist es kaum noch zu glauben, dass Spanien und die USA zweieinhalb Jahrhunderte direkte Nachbarn waren. Als die Spanier im Krieg mit den USA 1898 ihre letzten wichtigen Kolonien, Kuba, Puerto Rico und die Philippinen verloren, galten die USA als zwar aggressive, aber auch moderne und freiheitliche Demokratie. Spanien hingegen war der Schatten eines veralteten, absolutistischen Herrschaftssystems, das es von seinem größenwahnsinnigen „Goldenen Zeitalter“noch nicht in die Neuzeit geschafft hatte. Angesichts des Trumpschen Epos haben sich die Vorzeichen verkehrt. Die spanische Demokratie wirkt erstmals gefestigter als jene der USA. Das verdankt Spanien den Lehren aus der eigenen Geschichte, aber vor allem der Integration in die Europäische Union. Und so schaut Spanien auf die Amtsübergabe in den USA nicht mit kolonial-sentimentalem Blick, sondern mit europäischen Augen. Unglaube und dann Erleichterung über den holprigen demokratischen Machtwechsel in den Staaten, ist bei Bürgern und Regierungen der EU das vorherrschende Sentiment. Doch das Vertrauen in die imperiale Attitüde und das Geschäftsmodell der USA bleiben gering, die Spanier wissen, warum. Heute sind Trumpsche Strafzölle auf Olivenöl, Mandeln und Käse das größte bilaterale „Problem“, das sich wohl bald in Wohlgefallen auflösen wird. Aus historischer Sicht sind das peanuts – oder almendras.
Trump y peanuts
Hoy parece algo increíble que España y los Estados Unidos durante dos siglos y medio fueran vecinos directos. Cuando España en la guerra de 1898 contra Estados Unidos perdió con Cuba, Puerto Rico y las Filipinas sus últimas colonias importantes, los Estados Unidos eran vistos como una agresiva, pero también moderna y libertaria democracia. España en cambio era la sombra de un régimen anticuado, absolutista, que aún no había logrado llegar de su megalómano „Siglo de Oro“a la Edad Moderna. A la vista del ego de Trump, los signos se han invertido. La democracia española por primera vez parece mas asentada que la americana. Lo cual lo debe España a las lecciones de su propia historia, pero sobre todo a la integración en la Unión Europea. Así que España ya no ve el traspaso de poder en los Estados Unidos con una mirada colonial o sentimental, sino con una mirada europea. Incredulidad y alivio por un cambio de gobierno democrático lleno de baches, es el sentimiento predominante. Pero la confianza en la actitud imperial y el modelo de negocio de los Estados Unidos sigue siendo baja y los españoles saben porqué. Hoy la penalización del aceite de oliva, las almendras y el queso con aranceles por parte de Trump son el mayor „problema“bilateral, el cual seguramente quedará pronto disuelto. Con perspectiva histórica, eso son unas peanuts – o almendras.