Paradies oder Zerstörung
Paraíso o destrucción
Die Tourismus-Webseite der Region Murcia stellt La Manga am Mar Menor als „ein Paradies zwischen zwei Meeren“vor. Das war es sicher auch, bis vor gut 50 Jahren die Stadtplanung aus dem Ruder lief und sich heute Hochhaus an Hochhaus reiht. Dabei hatte alles mit einem vielversprechenden Plan begonnen. Ein renommierter katalanischer Architekt wollte aus La Manga ein modernes Luxus-Ferienziel für die Oberschicht machen, mit hohen Gebäuden und viel unberührtem Strand. Doch aus dem touristischen Juwel ließ sich weit mehr Geld schlagen, was dem Franco-Regime, das kurz vor dem Bankrott stand, gerade recht kam. La Manga wurde zur Bebauung frei gegeben, ohne Regeln, ohne Kontrolle. Spekulation und Bauboom waren keine Grenzen gesetzt und nicht zu stoppen, zu stark war die Profitgier ohne Rücksicht auf Verluste. Die Folgen der entfesselten Bauwut sind verschwundene Dünen und Strände, ausgetrocknete Lagunen, eine schwindende Artenvielfalt und ein verschmutztes Mar Menor. Dennoch steigt die Einwohnerzahl im Sommer auf 300.000 Menschen, die sich den 21 Kilometer langen und 100 bis 1.200 Meter breiten Landstreifen teilen und oft im Stau stehen. Das „Paradies zwischen zwei Meeren“steht für Zerstörung durch massive Bebauung, für rücksichtsloses Gewinnstreben, für die Nichtachtung der Natur. Doch La Manga am Mar Menor ist bei weitem kein Einzelfall.
La página web de turismo de la Región de Murcia presenta La Manga en el Mar Menor como „un paraíso entre dos mares“. Lo era, hasta que el urbanismo se le fue de las manos hace unos 50 años. Hoy La Manga está repleta de torres de pisos. Todo empezó con un plan prometedor. Un renombrado arquitecto catalán quería convertir La Manga en un moderno destino vacacional de lujo para las clases altas, con edificios altos y mucha playa virgen. Pero se podía ganar mucho más dinero con esta joya turística, lo que convenía al régimen franquista, al borde de la bancarrota. Se dio por ello rienda suelta al desarrollo de La Manga, sin normas, sin control. La especulación y el boom de la construcción no tenían límites y no se pudo detener, las ansias de beneficios eran demasiado grandes y no tuvieron en cuenta las pérdidas. Las consecuencias del boom son la desaparición de dunas y playas, la desecación de lagunas para construir más edificios, la disminución de la biodiversidad y la contaminación del Mar Menor. A pesar de todo, la población asciende a 300.000 personas en verano, que se reparten los 21 kilómetros de largo y los 100 a 1.200 metros de ancho de la franja de tierra y a menudo se ven atrapados en atascos de tráfico. El „paraíso entre dos mares“es sinónimo de destrucción por el desarrollo masivo, la búsqueda despiadada de beneficios y el desprecio por la naturaleza. Pero La Manga del Mar Menor no es en absoluto un caso aislado.