De la medida de la ambición
Para algunos, la estética del consumismo –o si se prefiere, la de su crítica– siempre será la del Pop Art; o la del realismo –el fotorrealismo, que aborda la omnipresencia de las imágenes en la sociedad de consumo–; y nos veremos obligados a recordar, por ejemplo, a un Claudio Bravo al contemplar las bolsas y cajas de Leticia Zarza (Pamplona, 1982), también pulcramente pintadas. Pero el Pop –y el Realismo–surgen del shock, del impacto que causa un fenómeno de masas que amenaza –liquida– la (alta) cultura, y podría ser que la siguiente generación lo identificara sin más con la civilización y la cultura (amenazando ahora al ecosistema)…
No cabe duda de que las ‘ Vánitas’ de Zarza, elegantes y fácilmente legibles, son un acierto pleno: con la sustitución que lleva a cabo de los tradicionales símbolos de lo vano y la otrora denostada gloria del mundo por bolsas de papel anónimas y cajas de zapatos vacías nos confronta eficazmente con la calidad extremadamente mínima de las ambiciones y vicios que genera la sociedad de consumo. Ni siquiera hace falta recordar el inaudito eslogan que aparece en uno de los –mejores– cuadros de la exposición, propuesto por una conocida cadena: ‘I Shop therefore I Am’ (queda claro que los creativos fueron quienes hundieron la cultura en un fango corrupto). Porque ciertamente, si Valdés Leal o Antonio de Pereda representaron –pintando joyas, libros, coronas y mapamundis– la fatuidad de las ambiciones humanas en el siglo XVII, al ‘ homo consumericus’ (Lipovetsky) le corresponden exactamente estas ‘ Vánitas’; y no deben faltar en hogar alguno. Leticia Zarza Vánitas GALERÍA UTOPÍA PARKWAY. MADRID. C/ REINA, 11. HASTA EL 19 DE ABRIL