La ‘Torre José Ruiz Santaella’
en Ciencias Naturales por la Universidad alemana de Halle (1934). Más tarde (1942) fue nombrado agregado de Agricultura en Berlín. Su personalidad humana y la de su esposa, Waltraud, que antes de la boda cambió su nombre por el españolísimo Carmen, quedaron patentes cuando tres mujeres judías les pidieron asilo. Las ocultaron en su casa pese al riesgo que corrían él y su esposa, salvándolas del holocausto. En 1955 fue nombrado hijo predilecto de Baena, aunque no existe una calle que lleve su nombre. Pero sí hay, gracias a Juan Moreno, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, una placa en la fachada de la casa donde nació. Ese recuerdo ya no hay quien lo cambie como ocurre tanto con los nombres de las calles. En Córdoba miro ese edificio tan singular por su forma cilíndrica, construido expresamente para la escuela de Agrónomos, obra del arquitecto Fernando Moreno Barberá con el estilo de Le Corbusier, y me invade el desencanto: está abandonado. ¿Por qué se impuso el utilitarismo ramplón que tapa la falta de sensibilidad y no la de mantenerlo como sede de Agrónomos y como modelo de una arquitectura moderna? Para mi sigue funcionando. En su fachada «veo» una placa: «Torre José Ruiz Santaella».
* Periodista
H