Salud incide en la precaución especialmente en las calas
Estas zonas no cuentan con vigilancia y los accesos suelen ser donde también se producen accidentes
El mayor número de ahogamientos registrados en la provincia almeriense tienen lugar en las calas del litoral. Por esta razón, y tal y como ha señalado el médico del servicio de Urgencias del Hospital de El Toyo, Francisco Llave, desde la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía piden extremar la precaución especialmente en estas playas, en las que “no hay vigilancia, y además los accesos suponen otro de los puntos en los que se están registrando accidentes”.
El doctor llave ha recordado que existe un decálogo con el que se pretende “concienciar e informar acerca de los riesgos potenciales de algunas actividades estivales, cómo evitarlos y cómo actuar en los casos en que se haya producido algún accidente”. “En muchas ocasiones los accidentes ocurridos en piscinas y espacios acuáticos naturales son debidos a las propias condiciones de esos espacios, pero en otra parte muy importante, tienen su origen en actos imprudentes que ponen en riesgo la propia vida o la de otras personas”. El decálogo recomienda en primer lugar conocer las condiciones de la zona de baño: la profundidad, la temperatura del agua, la configuración de sus fondos o la existencia de mareas, corrientes u oleaje.
Para ello se puede acudir a los paneles y puntos informativos instalados en piscinas, playas y zonas de baño de agua dulce, así como a los servicios de vigilancia, gestionados por Cruz Roja, Protección Civil o empresas concesionarias. Si no se sabe nadar, hay que bañarse siempre en compañía de otras personas y evitar alejarse de la orilla. En espacios balizados, evitar nadar hacia las boyas. A la hora de bañarse, lo mejor es adaptarse progresivamente a la temperatura del agua, mojándose poco a poco muñecas, nuca, hombros, espalda y pecho. Si hay sensación de mareo o náuseas, se debe salir inmediatamente del agua. Con respecto a la comida y la bebida, se deben evitar las comidas copiosas antes del baño y entrar también en el agua de forma progresiva tras las mismas. El alcohol aumenta igualmente el riesgo de accidentes acuáticos y ahogamiento, por lo que hay que controlar su consumo o evitar realizar actividades peligrosas si ya se ha consumido.
Los niños son especialmente vulnerables, sobre todo los más pequeños, porque a menudo no son conscientes del peligro y el ahogamiento puede producirse a muy escasas profundidades. Por ello, deben estar siempre bajo la vigilancia de un adulto. Si se presencia algún incidente en zonas de baño, se debe alertar de inmediato a los servicios de vigilancia (socorrista acuático) y si fuera necesario, a los servicios de emergencias. Antes de socorrer a alguien hay que evaluar siempre los posibles riesgos, para evitar convertirnos también en víctimas del incidente. Igualmente, se recomienda mantener la calma y mantener la confianza en los servicios de asistencia.
Los profesionales sanitarios señalan que es necesario respetar las normas y e indicaciones de los servicios de salvamento y socorrismo, evitar la exposición prolongada al sol e hidratarse periódicamente. También se apunta importancia de conservar nuestro entorno, usando papeleras y contenedores y alertando de inmediato de cualquier tipo de fuego o contaminación. El decálogo finaliza exponiendo que en caso de accidente se debe avisar de inmediato al socorrista o al personal de vigilancia o al 061 si l a víctima está inconsciente.
Francisco Llave
Médico Urgencias El Toyo En muchas ocasiones los accidentes tienen su origen en actos imprudentes”
Es necesario respetar las normas e indicaciones de los servicios de salvamento y socorrismo”