Claves para lograr objetivos personales profundos en terapia
En el inicio de año, cada vez más de personas se plantean una lista de buenos propósitos y objetivos que van desde cambiar aspectos físicos hasta evolucionar en cuestiones más profundas, relacionadas con los modelos de afrontamiento, miedos o relaciones interpersonales y para ello es aconsejable el acompañamiento psicológico, que guía y pauta el proceso para evitar frustraciones tempranas.
Enero y septiembre son meses en los que se plantean con mayor asiduidad las necesidades de cambio al tratarse de momentos de cierre y apertura de ciclos que invitan a hacer borrón y cuenta nueva.
Así lo aseguran desde el Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga, las psicólogas clínicas Sandra Valverde y Victoria Molina. Insisten en que en consulta se redefine el término ‘frustración’ para convertir ese traspiés en un revulsivo a partir del que comenzar de nuevo: “se trata de reevaluar la situación si uno sigue queriendo ese cambio, y resituarse y reposicionarse hacia algo nuevo”.
Es importante que esos objetivos se enfoquen a través de actividades concretas, realistas, fáciles de llevar a cabo. “Tienen que estar organizadas en forma de escalera, de menos a más, para poder abordar todo el proceso con sensatez y realismo y para no caer en sueños idealizados o en frustraciones tempranas”, subraya la psicóloga Victoria Molina.
Desde el Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga apuestan por trazar una buena estrategia