“Es una polémica estéril, somos sanitarios y bajamos al barro desde el primer día”
El director de Enfermería del Distrito Sanitario de Almería, Miguel Zapata, no entiende la “estéril polémica” surgida en torno a su vacunación y a la de otros dos cargos directivos del Distrito al tratarse de profesionales que prestan servicio asistencial desde el primer momento y, por tanto, sanitarios que están expuestos y en primera línea de la batalla contra la COVID-19 como el resto de los que han recibido ya las dos dosis de la vacuna Pfizer. Después de 20 años de trabajo y una dilatada trayectoria reconocida por sus compañeros, pacientes y autoridades sanitarias, no alcanzan a comprender cómo se les ha situado en el centro de una controversia irreal porque su situación es completamente ajena a la de políticos y otros cargos técnicos del entramado del conjunto de administraciones de diferentes provincias del país a los que se vacunó sin ningún criterio médico ni científico. Tanto Miguel Zapata como Gloria Benavides, directora de Salud del Distrito Sanitario de Almería, o Teodoro Gómez, el director-gerente del Distrito Sanitario que además es coordinador regional de Migración, vienen trabajando de forma intermitente sobre el terreno contribuyendo a afianzar las actividades asistenciales en un terreno ignoto cuando las circunstancias lo requerían bien por la incertidumbre de una crisis inesperada, por la falta de profesionales e incluso por facilitar los descansos del equipo. “Desde el primer día nos bajamos al barro, nosotros hicimos las primeras PCR de la pandemia para dar seguridad al resto de compañeros y también hemos medicalizado las residencias cuando han tenido brotes”.