DESALADORA DE CUEVAS, A EXPENSAS DE DINERO
Los pasos para las obras de reparación de la infraestructura y de su defensa están solventados técnicamente a falta de disponibilidad presupuestaria
La riada de 2012 produjo el caos en el levante almeriense. Entre las muchas consecuencias que tuvo se encuentra la inutilización de la desaladora del Bajo Almanzora, que echaba a andar en septiembre del año anterior; una infraestructura de gran importancia para los regantes que ansían el agua para sus cultivos. La última noticia sobre esta planta, localizada en Villaricos en Cuevas del Almanzora, saltaba el pasado 29 de enero, cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba el anuncio de la Subdirección General de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras de la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de la aprobación del expediente de información pública y del proyecto y adenda de ampliación de las obras de protección de la planta desaladora. Con esto, la iniciativa de la sociedad estatal Acuamed de poner la infraestructura a punto cuenta con la conformidad técnica, pero aún queda pendiente que se dé luz verde a la partida presupuestaria para la ejecución de la misma.
Tal y como explica Javier Alcántara, gerente territorial de Acuamed, son dos las actuaciones previstas sobre esta planta. Por un lado, la reparación de la infraestructura en sí, que está presupuestada en unos 14 millones de euros, y, por otro, las obras de mejora y defensa de la planta, a lo que hace referencia la última publicación en el BOE, con un presupuesto de más de 9,3 millones de euros. En cuanto a la primera actuación, se centra, principalmente, en los equipos eléctricos y electromecánicos que, básicamente por su estado, tienen que ser sustituidos. Respecto a las obras de protección, incluye el ensanchamiento y prolongación del actual encauzamiento, según expone Alcántara, y otras actuaciones recogidas en el proyecto como la modificación de la carretera AL-8106 de Villaricos a La Mulería, la construcción de un viaducto sobre la rambla de Canalejas, la modificación de la carretera de acceso a la planta desaladora y la construcción de desagües bajo los diques de encauzamiento del río Almanzora y rambla de Canalejas, entre otras medidas. Una vez adjudicadas estas obras, tal y como se señala en el BOE, habrá 18 meses para su ejecución, si bien están pendientes de sacar a licitación como dice Alcántara.
Y es que si bien desde el punto de vista técnico está todo solventado falta aún dar luz verde al presupuesto para invertir. En este sentido, aunque en los Presupestos Generales del Estado para este año se contemplen partidas para esta infraestructura, su desembolso dependerá de la disponibilidad presupuestaria; así todo trámite que se dé es necesario en el camino y buena noticia, pero ello no quiere decir que la desaladora esté en servicio el próximo año.
Las palabras están, faltan los hechos. Así el subdelegado del Gobierno de España en Almería, Manuel de la Fuente Arias, en un encuentro mantenido el pasado mes de octubre con los representantes de la Mesa del Agua de Almería (entidad que agrupa a la totalidad de las comunidades de regantes de la provincia) se refirió al agua como el “elemento central de la estrategia de futuro” de la provincia y señaló su “convencimiento” de que Almería contará con “inversión suficiente” esta legislatura como para acometer las infraestructuras que sean necesarias con el objetivo de asegurar a futuro los recursos hídricos que reclaman los regantes. El subdelegado se comprometió entonces con la Mesa del Agua, igualmente, a trasladar al Gobierno “de inmediato” las peticiones planteadas por esta institución, que se centraban, entre otras actuaciones, en la puesta en funcionamiento de la desaladora del Bajo Alman
Hay dos actuaciones previstas en la planta: la reparación en sí de la misma y las obras de mejora para su defensa
zora.
La desaladora, enredada en una maraña judicial no exenta de polémica, cuenta con una capacidad instalada de 15 hectómetros cúbicos ampliables hasta los 20. “El agua es un motor económico”, decía la entonces ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, en el transcurso de su visita en 2011 a la desaladora del Bajo Almanzora, cuando sentenciaba, además, que en la provincia de Almería el agua en cantidad y calidad constituye un potente instrumento de desarrollo sostenible, algo que se viene repitiendo a lo largo de la historia, si bien infraestructuras como la de Villaricos lastran su inactividad durante años.
Al conocer los últimos avances administrativos acerca de la instalación del Bajo Almanzora, alcalde de Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández, del partido socialista, expresó su satisfacción, ya que: “Es muy necesario que contemos con esta desaladora cuanto antes”, expresaba en un comunicado.