Arranca el juicio por la caja B del Partido Popular
Rajoy y Aznar comparecerán como testigos en el segundo proceso contra Bárcenas
El ex tesorero del PP Luis Bárcenas se sienta desde hoy en el banquillo por el presunto pago en negro, con dinero de la caja B del partido, de los 888.000 euros que costó la reforma de su sede en la calle Génova. Una causa que él mismo propició al airear anotaciones de esa contabilidad opaca.
Se trata del segundo y último juicio al que se tendrá que someter desde que en 2013 se descubriese que llegó a acumular 48,2 millones de euros en Suiza de procedencia aún no del todo aclarada, aunque la Fiscalía cree que gran parte de esa fortuna la sustrajo de esa caja B y la amplió por medio de grandes inversiones.
Un juicio que, en cierto modo, empezó la semana pasada a celebrarse, o más bien a “cebarse” –como se diría en la jerga televisiva–, con una carta que remitió a la Fiscalía Anticorrupción en la que manifiesta su “voluntad” de colaborar con la Justicia.
Lo hace ahora, dice, decepcionado porque no se haya cumplido la promesa, que asegura se le hizo desde el que fuera su partido, de librar a su mujer de la cárcel, donde ingresó hace unos meses tras confirmarse su condena en la sentencia de Gürtel.
Su venganza por lo que considera un engaño la servirá –según amenaza– en forma de nuevas revelaciones, tanto en este juicio como en otras causas que afectan a la presunta financiación irregular del PP, que, para abrir boca, ya sitúa en 1982.
Un tirón más en esa manta que ha ido levantando desde que optó por defenderse con su principal arma: sus famosos “papeles” con anotaciones de donaciones de empresarios y pagos de sobresueldos a dirigentes del PP que no constaban en la contabilidad oficial.
La sentencia de Gürtel dio por “plenamente acreditada esta contabilidad B”, que Bárcenas hizo pública tras haber guardado una copia, algo que Rajoy desconocía cuando en 2009 le confesó que había destruido esa documentación en una trituradora de papel, según desvelaba en su carta.
Estas nuevas confidencias, ante las que Anticorrupción ya ha mostrado su escepticismo por considerarlas más de lo mismo y de “nula” trascendencia penal, son un adelanto de lo que será su declaración en este juicio en el que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 5 años de cárcel por un delito fiscal, otro de falsedad documental y un tercero de apropiación indebida.
Como testigos, además de Rajoy, están citados José María Aznar, que será la primera vez que tenga que dar explicaciones por la caja B, o la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, a la que la Fiscalía vinculó con el caso Kitchen, una pieza del caso Villarejo en la que se investiga el espionaje a los Bárcenas en 2013 en busca de documentos comprometedores para dirigentes del partido.