Paso de gigante en Anfield
● El Manchester City golea por 1-4 al Liverpool en un partido aciago para Alisson y deja a los de Klopp a diez puntos del equipo de Guardiola
Anfield vivió el cambio de corona de la Premier League cuando el Manchester City se la arrancó de cuajo a un rendido Liverpool (14). Ni un penalti fallado por Gündogan ni un error de Dias. Nada impidió que el City se aprovechara de dos fallos mayúsculos de Alisson para rematar una exhibición que deja la Premier muy cerca de volver al Etihad Stadium.
Porque el Liverpool venía muy tocado de haber visto cómo su fortín de Anfield se convertía en el jardín de Burnley y Brighton con dos derrotas inesperadas que convertían este duelo en clave.
El Liverpool salió con la intención de demostrar el alma de campeón y rondaba la portería de Ederson y Mané, con un cabezazo arriba, y Firmino, con una volea centrada, endulzaban una primera parte insípida y con más valor como rompecabezas táctico que como espectáculo para el aficionado. Lo tuvo que romper Sterling. Dribló a Alexander-Arnold y superó a Fabinho, que dejó la pierna de apoyo para derribarle. Penalti. Sin De Bruyne en el campo, Gündogan tomó la responsabilidad y envió el balón a las nubes.
Vida extra para el Liverpool, que siguió el mismo guión tras pasar por el respiro del descanso. Pero Sterling estaba de dulce. Otra internada, otro regate. Balón para Foden, disparo bajo, mano de Ederson y Gündogan, con la rabia del penalti fallido, apareció desde atrás, se anticipó a todos y empujó la pelota.
Pero Dias regaló el empate. El portugués pudo despejar un envío en largo, pero erró. Le entregó la pelota a Salah, que se marchó en carrera solo ante Ederson y Dias le tuvo que agarrar y tirar al suelo. Otro penalti y, esta vez, el egipcio no falló.
¿Momento de inflexión? Todo lo contrario. El City no se puso nervioso. Avisó con un gol anulado milimétricamente a Stones y golpeó a los reds con una jugada de circo en la que Alisson regaló dos veces la pelota y Gündogan hizo el 1-2. Y no terminó ahí la pesadilla del meta, que, más nervioso que un f lan, falló otro pase desde atrás y Bernardo, en el mano a mano, picó el balón para que Sterling anotara sobre la línea de gol, antes de que Foden hurgara enla herida e hiciese el 1-4, un triunfo vital para el City que deja a diez puntos al Liverpool, con un partido menos para los de Guardiola, que tienen cinco de ventaja sobre el United.