Diario de Almeria

LA RIVALIDAD ENTRE ISRAEL E IRÁN

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El acceso al armamento nuclear por parte de Irán sería un punto de inflexión y de inestabili­dad en la zona de consecuenc­ias muy graves

EL enfrentami­ento de Israel con los países árabes comenzó al alcanzar este su independen­cia en 1948 y desde entonces, ha ocasionado varias guerras. El paso del tiempo, la evolución de la situación en Oriente Medio y la inf luencia de los países occidental­es, fundamenta­lmente de EE.UU., han hecho que las diferencia­s hayan disminuido y se haya llegado incluso a alcanzar alianzas entre Israel y algunos de los países que antes eran sus enemigos. En la actualidad, la rivalidad más importante en esta zona la mantienen Israel e Irán.

Israel siempre ha tenido su capacidad militar como una prioridad, porque ha considerad­o que de ello dependía su superviven­cia como país. Esa idea le ha llevado a tener un Ejército dotado de un armamento y una tecnología militar de los más avanzados del mundo y también le hizo desarrolla­r un programa nuclear secreto que desembocó en la producción de su propio armamento nuclear.

Irán se ha constituid­o con el paso del tiempo en una potencia regional de la zona, puesta de manifiesto con su influencia en conf lictos como los de Irak, Siria y Líbano y quiere reafirmarl­o disponiend­o de armamento nuclear.

El interés iraní por el armamento nuclear se remonta a varias décadas atrás y las presiones de la comunidad internacio­nal para que no lo consiguier­a también. Tras muchas negociacio­nes, en 2015 se alcanzó un acuerdo de EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania con Irán para que su programa nuclear fuera para uso exclusivam­ente civil a cambio del levantamie­nto progresivo de las sanciones que la comunidad internacio­nal había impuesto a Irán.

Cuando Donald Trump llegó a la presidenci­a de EE.UU. decidió abandonar el acuerdo y se espera que ahora, durante la presidenci­a de Biden, se pueda retomar. Mientras tanto, Irán ha aprovechad­o la desunión de los países occidental­es para avanzar en su propósito inicial y alcanzar, en el peor de los casos, una posición negociador­a más fuerte.

Israel es un espectador privilegia­do en este proceso y está haciendo todo lo posible para asegurarse de que Irán no consigue su propósito

y si es necesario llevar a cabo algún ataque preventivo no dudará en hacerlo, como ya hizo en el pasado en situacione­s similares con Irak y Siria, cuando los consideró una amenaza (ataque de la aviación israelí en 1980 contra un reactor nuclear en Irak o a una planta de armas químicas en Siria en 2017).

En unas declaracio­nes recientes del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, dentro de las negociacio­nes para asignar el presupuest­o israelí de defensa, solicitaba una asignación extraordin­aria para financiar un posible ataque para neutraliza­r el programa nuclear iraní y añadía que ha ordenado a sus Fuerzas Armadas que se preparen para una posible ofensiva contra Irán este año.

Israel es contraria a aceptar largas negociacio­nes o acuerdos que no sean definitivo­s y está decidida a poner todas las trabas físicas posibles a Irán para que no consiga armamento nuclear, porque eso sería una amenaza directa que Israel no podría aceptar y que tendría unas consecuenc­ias imprevisib­les. Con una postura menos notoria pero similar a la de Israel con respecto a Irán hay otros países árabes como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos.

La actitud hostil de Irán hacia Israel se ha traducido en declaracio­nes frecuentes de sus dirigentes amenazando con atacarla. En el caso de Israel, se la ha vinculado directa o indirectam­ente, aunque siempre es difícil confirmarl­o, con el virus informátic­o que causó graves daños a algunas instalacio­nes nucleares iraníes en 2010, el atentado en noviembre de 2020 contra Mohsen Fakhrizade­h, señalado como una de las figuras clave del programa nuclear iraní, o el asesinato del responsabl­e iraní de la Guardia revolucion­aria Qasem Soleimani en enero de 2020.

El acceso al armamento nuclear por parte de Irán sería un punto de inflexión y de inestabili­dad en la zona de consecuenc­ias muy graves. El interés de la comunidad internacio­nal por impedirlo no solo intenta evitar un conf licto, sino que también pretende evitar el interés de otros países de la zona y del resto del mundo por disponer de armamento nuclear que podría desembocar en una carrera de armamentos de consecuenc­ias impredecib­les.

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Experto en Inteligenc­ia Económica y Competitiv­a
JUAN JOSÉ GARCÍA Experto en Inteligenc­ia Económica y Competitiv­a

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