Se cumplen 614 años del sangriento ataque a Bayra
● Las tropas del Reino de Murcia intentaron asaltar, sin éxito, la ciudad el 10 de febrero de 1407 ● Murieron muchos vecinos y arrasaron 50 casas
Los últimos descubrimientos de restos arqueológicos de la antigua Ciudad de Bayra, af lorados en el entorno del Enclave Arqueológico del Cerro del Espíritu Santo, evidencian claramente la existencia de un gran arrabal que se extendía desde los pies del cerro, fuera de sus murallas, hacia el Camino Viejo de Almería. Aprovechando la actualidad de esta noticia tan importante para comprender cómo era nuestra antigua ciudad, vamos a recordar un hecho histórico acontecido en esta antigua ciudad de Bayra, y del cual fueron testigos los restos arqueológicos, que af loran, esperando a ser descubiertos y contarnos más sobre nuestro pasado.
Un 10 de febrero, pero de hace 614 años, en 1407, se produjo el más sangriento de los asaltos a la antigua ciudad de Vera por parte de los cristianos, y que duró desde las 9 de la mañana hasta la puesta de Sol, según Fray Pablo Manuel Ortega, pero la falta de escalas impidió tomar la ciudad, aunque murieron muchos habitantes. Los cristianos
Las tropas cristianas no pudieron salvar las murallas porque no tenían escalas
se retiraron saqueando y quemando un arrabal grande (pudiera ser el de los restos encontrados recientemente).
Se supone que este ataque murciano se produjo al querer aprovechar los daños en las murallas causados por un terremoto que tuvo lugar a finales de 1406, pero que al parecer los habitantes de Vera repararon rápidamente resistiendo perfectamente el asedio.
La crónica de Juan II de Castilla cuenta que el mariscal García de la Herrera convocó a los fronteros de Lorca y a los alcaides más importantes del Reino de Murcia para preparar una entrada en Vera. Se enteraron por medio de unos presos musulmanes, que en Vera se estaba juntando gente para preparar un ataque a los territorios cristianos. Así que todos llegaron a un acuerdo de reunir una tropa y dirigirse a la ciudad de Vera para atacarla. Se unieron a los mandos del mariscal de Castilla hombres de Murcia, Caravaca, Orihuela, Socovos y Moratalla. Reunidos en Lorca decidieron trasladarse hacia Vera donde estaban llegando tropas musulmanas para buscar allí el enfrentamiento con los cristianos.
Dentro de la ciudad había unos 300 caballeros, 1000 peones y 500 ballesteros, ya que sabían 3 días antes que el ataque se iba a producir.
Los cristianos al llegar a Vera, montaron el campamento en la zona de huertas alrededor de la ciudad, esperando a que salieran las tropas musulmanas, pero éstas quedaron dentro de la ciudad. Cuentan las crónicas que destruyeron unas 50 casas de cantería que había fuera de las murallas (coinciden con los restos encontrados). Se preparó el ataque por las tres puertas que había en las murallas, repartiendo en tres grupos las tropas para entrar en la ciudad por estos puntos, ya que por las murallas era difícil.
Tanto las murallas, como las tres puertas de acceso resistieron con éxito el ataque murciano, lo que evidencia la gran fortaleza que fue la ciudad de Bayra, ya que el ejército cristiano se componía de más de 3500 hombres, siendo incapaces de hacerse con la ciudad. A esto se le suma que no llevasen escalas para poder asaltar las murallas, como se ha dicho antes, pudiera ser que pensaran que no fueran necesarias, al tener noticias de que el terremoto de 1406 destruyó parte de ellas.
Pensar que todo esto aconteció a los pies del Cerro del Espíritu Santo, y que los restos que allí se conservan fueron testigos de los mismos, hace que miremos con otros ojos este lugar, lleno de historia.
Cabe recordar que la ciudad de Bayra, ubicada en el cerro del Espíritu Santo, no cayó en manos cristianas hasta las capitulaciones del 10 de junio de 1488, es decir, 81 años después de estos sucesos. Con la capitulación de Vera y Mojácar estas se vincularon directamente a la Corona como “ciudades de Realengo”, estando muy claras las intenciones de Isabel y Fernando, para que se convirtieran en plazas fuertes “cristianas” rodeadas de una población hostil apegada a sus costumbres islámicas. Un nuevo capítulo de la historia, acababa de iniciarse...