La ESA amplía su flota de astronautas y se abre a la inclusión de discapacitados
La Agencia Espacial Europea sólo ha celebrado tres procesos de selección, el último en 2008 El objetivo es garantizar la continuidad del programa y tener un traspaso suave de conocimientos
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó ayer por primera vez en más de una década una nueva campaña para ampliar su flota de astronautas, que busca aumentar la presencia de mujeres en sus filas y abre una vacante de forma experimental a una persona con cierto grado de discapacidad física.
El proceso de candidaturas estará abierto del 31 de marzo al 28 de mayo, pero el organismo, con sede en París, adelantó ya una oportunidad histórica: desde 1978, tres años después de la fundación de la ESA, sólo ha habido tres procesos de selección, el último en 2008.
Siete personas componen el cuerpo europeo de astronautas, seis hombres y una mujer –de Dinamarca, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido–, aunque el británico Tim Peake está de excedencia desde octubre de 2019. “Necesitamos más para garantizar la continuidad y tener un traspaso suave de conocimientos de los antiguos a los nuevos”, dijo en videoconferencia el director general de la ESA, el alemán Jan Wörner, que en marzo le dará el relevo al austríaco Josef Aschbacher.
La agencia busca “al menos cuatro y hasta seis personas” para sumarse a su equipo permanente de astronautas, y hasta 20 que formarán parte de la reserva para participar en vuelos o proyectos puntuales.
Y, como novedad, dentro de esa reserva y en el marco del Proyecto de Viabilidad de Parastronautas, seleccionará a una persona con cierto grado de discapacidad física, que en un futuro se confía en que también pueda integrar misiones espaciales.
Los requisitos son elevados. “Hay que ser sinceros, esperamos que se presenten miles de personas. Las posibilidades de éxito son reducidas”, admitió la italiana Samantha Cristoforetti, actual astronauta de la ESA.
Los aspirantes, procedentes de uno de los 22 países miembros de la ESA o de un Estado asociado, deben tener como mínimo un máster y tres años de experiencia en matemáticas, ingeniería, informática o medicina, entre otros sectores, además de saber inglés y un segundo idioma.
“Son bienvenidas las candidaturas de todos los aspirantes cualificados, independientemente de su género, orientación sexual, raza, creencias, edad y otras características”, agregó la organización espacial.
Pero el trabajo, admitieron los participantes, se sale de lo normal aunque el primer paso siga necesitando el envío de un currículum, una carta de motivación o un certificado médico aeronáutico.
“El espacio es un entorno hostil. Se convive en un lugar reducido, en condiciones de cero gravedad y de adaptación dramáticas. Hay que estar preparado para estar lejos de familia y amigos”, indicó la coordinadora del Programa de Investigación y Cargas Útiles, Jennifer Ngo-Anh.
Con el programa de Parastronautas se entra en una nueva era en la que estudiar las condiciones y tecnologías que garanticen misiones seguras también para personas con discapacidad y en cooperación con otros socios comerciales e internacionales de la ESA.