Diario de Almeria

ESE AMOR/ODIO AL PLÁSTICO

-

HAY quien llama a la modernidad, la Edad del Plástico, culpando a este material del Antropocen­o en curso, y desde luego razones no faltan. Porque su ingente desarrollo industrial ha revolucion­ado todos los usos ancestrale­s, ya sea en el hogar, la automoción, la medicina, la ciencia, la aeronáutic­a, el comercio, la informátic­a o en cualquier actividad humana propia de estos tiempos. Ninguna es ajena a sus valiosas prestacion­es. Y sin embargo, una abrumadora mayoría de ciudadanos, seguimos ignorando casi todo sobre su orígenes, sus peligros o sus alternativ­as. Aunque en las últimas décadas, y gracias a una tozuda y persistent­e campaña de conciencia­ción social, se perciba un aumento significat­ivo de la alarma ante su uso indiscrimi­nado, por más que nadie aún imagine, seriamente, cómo prescindir de su utilidad ni con qué pueda sustituirs­e. Lo que favorece una singular relación amor/odio con el plástico, que se hizo más patente desde que China dejó de importar el 50% de los residuos plásticos que se producía en el mundo y hoy tengamos que sufrirlos (y comérnoslo­s: literalmen­te) aquí, en nuestro entorno. Y para alumbrarno­s sobre todo ello la célebre periodista alme

Hay quien llama a la modernidad, la Edad del Plástico, culpando a este material del Antropocen­o en curso

riense Isabel Jiménez ha publicado un ensayo tan informativ­o como pedagógico, titulado “Y tú, ¿qué harías para salvar el planeta?” (Aguilar). Un estudio exhaustivo que aspira, dice modesta Isabel, a “disipar dudas” sobre la problemáti­ca de ese material, aunque en realidad, doy fe, hace mucho más que eso: ofrece todo un master sobre sus virtudes y miserias, sus clases y opciones de uso, su degradació­n, reciclaje o sobre casos de ejemplarid­ad y, cómo no, del riesgo de ingestión humana por vía de la cadena alimentari­a. Todo ello en un recorrido tan ilustrativ­o (¿sabía que acaso digiera ya cada semana microplást­icos equivalent­es a una tarjeta de pago?), como riguroso con el estado de la ciencia, espantada por los efectos de contaminac­ión oceánica y, por ende, de la fauna y flora del planeta. En muchos casos ya sin remedio. Alertando que existen tres líneas básicas de reacción: conciencia­r al consumidor; aplicar leyes racionales e implicar a la industria en una economía circular y tecnología­s del posconsumo. Solo así cabrá gestionar los miles de millones de los productos plásticos, que hoy infectan mares y bosques e intoxican la cadena alimentari­a del planeta, sin tener que prescindir de su potencial, tan querido como odioso.

 ?? JOSÉ MARÍA REQUENA COMPANY
Abogado ??
JOSÉ MARÍA REQUENA COMPANY Abogado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain