La vacunación falla en su primer objetivo
● La Junta de Andalucía admite que apenas llegará a administrar los fármacos a la mitad de los mayores de 80 años en marzo
La vuelta a la normalidad pasa indefectiblemente por vacunar a una gran parte de la población. Todavía se desconoce el porcentaje que debe ser inmunizado para que el nuevo coronavirus deje de encontrar a hospedadores sin defensas y, por tanto, seguir propagándose sin control, pero los virólogos y epidemiólogos estiman que el umbral rodea el 70%. Es el objetivo que ha fijado la Unión Europea para el 21 de septiembre. Antes había otro objetivo. Consistía en vacunar al 80% de la población con más de 80 años el 31 de marzo. Este periódico adelantó hace dos meses que tal meta no sería posible. La Junta de Andalucía lo ha reconocido esta semana.
Mucho ha tardado la Consejería de Salud en admitir este incumplimiento de la estrategia vacunal propuesto a finales del pasado año por la Unión Europea, extremo que no es ajeno al resto de administraciones sanitarias españolas y aun europeas. La actual escasez de suministros está siendo capital, aunque la Comisión Europea lleva semanas avisando que no sería hasta bien entrada la primavera
–abril o mayo– cuando habría una disposición masiva de vacunas.
La previsión de la Consejería de Salud es que a finales de este mes haya un 50% de la población con más de 80 años vacunada. Ese dato queda lejos del 80% recomendado. En la actualidad hay un 43% de esa población con una sola dosis, pero el cálculo se limita a que sólo la mitad de esa cohorte haya recibido una segunda dosis a finales de marzo. Salud pide paciencia a la población y avisa de que el ritmo de la vacunación se ralentizará hasta la primera quincena de abril. La responsabilidad es de los laboratorios, sostienen los dirigentes, pues nunca llegan a enviar las vacunas comprometidas.
No resulta fácil controlar este ritmo de vacunación, pues ni el Ministerio de Sanidad ni la Consejería de Salud ofrece datos sobre las remesas de dosis comprometidas o recibidas. Semana a semana, dice el Ministerio. Sin embargo, las autoridades sanitarias deben de disponer de una información que no comparten. Si no, no se entiende que adviertan de la reducción de vacunas a lo largo del próximo mes. Falta información.
La falta de transparencia de las administraciones llega al punto de que España forma parte de un minoritario grupo de ocho países de los 27 de la Unión Europea que no informa diariamente del porcentaje de vacunados con más de 80 años. El Ministerio se había comprometido a hacerlo. Pero nada.
Más allá de esta serie de opacidades, se confirma, como avisaban los virólogos el pasado verano, que iba a ser más dificultoso armar un plan de vacunación que sintetizar el fármaco, más complicado vacunar que la vacuna. Inyecciones comprometidas hay de sobra. Dos Andalucías podrían inmunizarse con las tres vacunas autorizadas. Sólo es necesario que la máquina tome revoluciones.