Me estoy haciendo mayor
Pudiera parecer una obviedad, pues los años no pasan en balde; pero no me refiero a la edad cronológica sino aquella que te deja el alma encogida e impregnada de ese sabor amargo que dan los años vividos a sobresaltos.
Cada día que pasa, se hace más cuesta arriba el estar sensato y pacifico con todo lo que ocurre en nuestro país y más aun con lo que acontece a nuestro alrededor.
No teníamos bastante, con el yerno del Rey, el Bárcenas, los Pujol, los EREs, los Cursos de Formación, los corruptos y con los saqueos de las cajas de ahorros, pero no, parece ser que no es suficiente y cada día amanece con un escándalo nuevo, que hace estremecer el alma y el corazón de cualquier ser humano. Lo políticos siguen a la gresca, sin mirar qué piensa el pueblo. Aquí nadie habla de sanidad, educación, dependencia. Aquí todo son encuestas y posibles pactos.
Mientras a la gente, se le sigue poniendo de patitas en la calle, a los ancianos se les aparta, los dependientes se les quita la poca o nula ayuda que tienen. Los jóvenes no encuentran trabajo, la clase media está empobrecida y sin embargo seguimos aguantando. No sé hasta cuándo, pero esto tiene que explotar por algún lado, ya que es imposible escuchar y ver tanto latrocinio diariamente sin que las carnes se te abran de par en par. Por eso y muchas cosas más, creo que me estoy haciendo mayor. O tal vez sea, como decía el escritor francés André Maurois…” El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza”, y eso me pasa a mí, que aún conservo algo de esperanza. Antonio Luis Gallardo Medina (correo electrónico)