¿ENHORABUENA, CARMELO!
CON el paso de los años he llegado a una conclusión, que no se si es acertada o no, pero es la mía: soy socialmente torpe. Quizás sea herencia de mi abuela. Me explico: en la maldita posguerra, esa que decían “se llevó” más personas que la propia guerra, había dos fórmulas de cortesía, una era «me alegro de su contento» y la otra era «me duelo de su pesar». Pues bien, en el funeral de un vecino de la calle Galileo, mi abuela le dio el pésame a la viuda diciéndole: ¡me alegro de su contento! Hago esta introducción porque no se cómo expresar los sentimientos que me produjo el pasado fin de semana el “güasap” de un amigo que trabaja, y digo bien, en el CUA (Campus Universitario de Almería), diciéndome que “aunque no era oficial aún, ya es definitivo que Almería contará con Facultad de Medicina en el 2022/23”. Así que, como el máximo representante de la UAL es el Profesor Dr. Rodríguez Torreblanca, personalizo en él el destino de mi felicitación a la CUA (Comunidad Universitaria de Almería): ¡me alegro de su contento!
Pero como también es de justicia recordar a los que empezaron con estos temas, debo mencionar al ínclito Zarrías, que quería una para Jaén. Y enfrente el Prof. Dr. Martínez Almécija, vamos “el Chipi”, para entendernos, y Rector de Almería en aquellos momentos, que le plantó cara a la Junta, o algo así, diciendo, más o menos que si alguien debería tenerla era Almería. Pero como no es momento de enturbiar un día tan dulce ni a la Universidad ni a quienes tantas ilusiones puestas en dicha Facultad. Lo que hace falta es que haya una buena gestión y todo salga a pedir de boca, pues tiempo habrá de comentar historias, así como presente y futuro, no sólo de Medicina, sino que también de otros menesteres relacionados con la UAL.
Por principios, a toda actividad naciente le doy todos mis votos de prosperidad, bien y buen hacer, y sobre todos: larga y fructífera vida. Por su bien y por el de los alumnos que por ella van a pasar para formarse. Por ello confío en que van a saber adaptarse al hecho de que al principio no van a contar ni con un edificio propio para su Facultad, ni con un hospital clínico en el que ejercer su magisterio los profesores y adquirir experiencia los alumnos.. Pero confío en que todo se andará y solución habrá para eliminar esas carencias y que alcance una pronta madurez.
Ya las hubo, y las contaremos, para poder financiar el nuevo Hospital Clínico de San Cecilio, de Graná. ¡Aquí no vamos a ser menos!
Por principios, a toda actividad naciente le doy todos mis votos de prosperidad, bien y buen hacer