4.863 desaparecidos entre 2010 y 2020 en la provincia
● Más de 800 casos siguen activos hoy, la mayoría por menores extranjeros fugados de los centros de protección almerienses
Más de un centenar de almerienses permanecen inscritos en el registro de Personas Desaparecidas y Restos Humanos Sin Identificar (PDyRH) del Ministerio del Interior, a todos los efectos en paradero desconocido con señalamiento policial. Sin embargo, no representan ni una quinta parte de los 825 casos que permanecen activos en la provincia por el fuerte tirón de las desapariciones voluntarias de los menores extranjeros no tutelados fugados de los centros de protección. Según los datos facilitados a este periódico por el Centro Nacional de Desaparecidos, son 712 los jóvenes inmigrantes sobre los que se mantiene vigente la orden de búsqueda. Durante el pasado año fueron más de 63 de los 213 contabilizados en la comunidad, con la capital (21), Chirivel (15) y Huércal-Overa (14) a la cabeza de la estadística en Almería. Las provincias que tienen centros de menores extranjeros no acompañados aglutinan la mayoría de denuncias, destacando en el cómputo nacional las de Cádiz, Alicante, Las Palmas y Almería.
En España fueron 213 casos de los que Andalucía acapara el 60%. La provincia acabó 2019 con 202 denuncias activas y el pasado año alcanzó las 71. Todavía hoy se mantienen sin cerrar 352 de 2018, uno de los años más convulsos en desapariciones de estos jóvenes.
La mayoría cesan al localizarlos en otros países o reintegrarlos en el centro del que se fugó (más del 75%), un 20% pasan al estado cesado-latente y sólo un 3% siguen activas con el transcurso del tiempo. Más del 60% se corresponde con adolescentes procedentes de Marruecos.
El señalamiento policial se mantiene incluso cuando cesa la tutela legal de las entidades públicas y se intentan localizar en otros países con la colaboración de sus cuerpos de seguridad. Sin embargo, es una misión compleja que lastra la estadística de las provincias con mayores flujos migratorios. En España hay un total de 8.367 denuncias acumuladas en la última década catalogadas como menores extranjeros fugados de centros de protección, de las que 4.685 siguen activas y ahí se incluyen las 712 de Almería. Entre 2010 y 2021 se han presentado 4.863 denuncias por desaparición en la provincia, lo que se traduce en torno a unas 440 por ejercicio.
El año de la pandemia ha sido menos intenso por las limitaciones derivadas de la prevención del coronavirus, sobre todo por la movilidad. Fueron 54 denuncias en el primer estado de alarma y 70 en el segundo. En el cómputo anual son apenas 392 nuevos expedientes que quedan muy lejos de los 651 de 2019 o de los 1.027 de 2018 que fue el año más problemático. El sistema PDyRH contabiliza sólo 11 denuncias activas ordinarias de antes de 2015 y 21 de menores extranjeros no acompañados. A nivel estatal, más de un 41% de las desapariciones producidas en 2020 se corresponden con reincidentes con una estimación media de edad de 20 años. Los menores, de entre 13 y 17, aglutinan el 63% de asuntos. En Almería ocurre con 108 de las 392 denuncias de 2020.
En la página web del Centro Nacional de Desaparecidos fueron 10 publicaciones relativas a la provincia. Según la catalogación establecida en el Protocolo de Actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el 89% de las desapariciones son voluntarias y teniendo en cuenta el total de denuncias registradas desde que se disponen de datos, las que siguen activas representan solo el 2,14% del total. Hoy son 113 las familias que mantienen viva la esperanza de encontrar a un desaparecido que se esfumó sin causa aparente. Sobre las denuncias activas, el último informe del Ministerio del Interior estima que apenas un 20% de las desapariciones son involuntarias y un mínimo del 3% forzosas. El resto responden al intento de alguien de no ser encontrado ya sea temporalmente o de por vida. Almería cuenta con una elevada cifra de cadáveres registrados entre 2010 y 2020, nada menos que 103 de los que sólo 19 han sido identificados.
Un 41% de los casos se corresponden con jóvenes reincidentes, de 20 años de media