Los investigadores piden estar “alerta” por un mayor riesgo de transmisión del virus del Nilo
El brote surgido el pasado verano se extendió por Cádiz y Sevilla y se saldó con 73 ingresados y siete muertos
Una investigación del Ministerio de Sanidad ha señalado que, después del brote del virus del Nilo sufrido el pasado verano, el riesgo de transmisión se considera “moderado” en zonas “extensas” de España, con un “impacto alto”, dada la gravedad y mortalidad de la enfermedad. Frente a esta nueva evidencia, el equipo de científico autor del estudio aconseja “estar alerta”.
La investigación, publicada en Eurosurveillance, apunta que al final de la temporada en la que el virus más actúa –que va de abril a noviembre– se detectaron 77 casos de infección en España, la mayoría en Andalucía, “un crecimiento hasta ahora sin precedentes”.
Después de cuatro años sin casos en humanos, en agosto de 2020 se identificó una agrupación inicial de cinco casos humanos en dos municipios colindantes de la provincia de Sevilla, que cursaron con meningoencefalitis linfocitaria y que hicieron sospechar su origen común y fueron diagnosticados de fiebre del Nilo occidental. Pese a que las autoridades implantaron medidas de control en los territorios afectados, a finales de agosto se registraron casos también en la provincia de Cádiz y en septiembre, en Badajoz. Al final de la temporada, que va de abril a noviembre, coincidiendo con la de actividad del vector, los casos alcanzaron las 77 personas.
De ellos, 73 casos requirieron ingreso hospitalario, siete fallecieron y dos necesitaron hospitalización prolongada por presentar secuelas neurológicas graves.
El virus del Nilo es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos infectados del género Culex (mosquito común), que en un alto porcentaje no produce síntomas o son leves –fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y erupciones cutáneas–, pero que si afecta al sistema nervioso puede producir cuadros graves.