El Rey, testigo en Viator del Ejército del futuro
● La Legión muestra al monarca los avances de la Brigada 2035
El Rey Felipe VI regresó este jueves a la base militar Álvarez de Sotomayor de Viator ocho meses después de presidir el acto de conmemoración del centenario fundacional de la Legión. Como ya hiciera en junio de 2010 cuando todavía era Príncipe de Asturias en unas maniobras previas a un despliegue legionario en Afganistán, el monarca asistió ayer a una nueva exhibición sobre el terreno de las capacidades y cualidades, en esta ocasión como Brigada Experimental (BRIEX) sobre la que se está cimentando desde hace tres años el proyecto Horizonte 2035. En la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión se está diseñando el futuro Ejército 4.0 para adaptarse a un nuevo entorno operacional y de combate aprovechando los rápidos avances tecnológicos con los que se tendrán que afrontar “escenarios impredecibles, dinámicos, inestables y de creciente complejidad”.
Ante los conflictos y amenazas de las próximas décadas, en las que se multiplicarán los desafíos y retos tecnológicos de la ciberdefensa, las futuras brigadas del Ejército de Tierra se dotarán de un sistema de combate integral que implica una evolución de las fuerzas operativas terrestres que se viene testando en Almería.
El mando supremo de las Fuerzas Armadas pudo comprobar ayer sobre el terreno los avances de la Legión como unidad responsable de evaluar nuevos equipos y procedimientos como, por ejemplo, los demostradores del vehículo de combate sobre ruedas (VCR) 8x8 Dragón que será la piedra angular del concepto ‘Fuerza 35’. A puerta cerrada, sin presencia de autoridades civiles ni medios de comunicación de la provincia, Felipe VI fue testigo privilegiado del progreso de la Legión, unidad fundada por real decreto del bisabuelo del actual monarca que adoptaría posteriormente su nombre como Brigada Rey Alfonso XIII, como punta de lanza del proyecto Horizonte 2035.
Con mascarilla quirúrgica, boina azul que distingue a la Guardia Real y el uniforme verde camuflaje de capitán general con la insignia de dos bastones cruzados y la Corona Real en su placa con el nombre militar “Borbón”, el Rey recorrió el campo de maniobras desde el puesto de mando desde el que se coordinaba el ejercicio gamma denominado ‘Defensa colectiva de la OTAN’ hasta las diferentes estaciones en las que se realizaban las operaciones tácticas y estratégicas.
Acompañado en todo momento por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Francisco Javier Varela
Salas, y el general jefe de la Brileg, Melchor Jesús Marín, se trasladó en caravana táctica de todoterrenos a la demostración de integración e funciones de combate de fuegos e inteligencia en una zona de alta intensidad contra un enemigo tecnológicamente avanzado. Los legionarios hicieron fuego real de mortero embarcado con apoyo de artillería de campaña para después asaltar una zona urbanizada con la participación de perros de combate y sistemas no tripulados tanto aéreos como terrestres.
La Legión está a la vanguardia del Ejército español y el monarca ha sido partícipe del entusiasmo y altas capacidades con las que afrontan este nuevo desempeño. Su trayectoria de innovación en cuestiones tan relevantes como el uso de drones y el combate subterráneo unida a las lecciones aprendidas en años de misiones internacionales -siendo la primera en salir al exterior con bandera de Naciones Unidas-, así como su prestigio dentro y fuera de España pesaron a la hora de su designación para liderar la Brigada 2035, teniendo en cuenta además la disponibilidad de un campo de maniobras y tiro y su proximidad con el Mando de Adiestramiento
y Doctrina (MADOC) con sede en Granada.
A continuación, Felipe VI conoció una exposición de materiales pertenecientes a la Dirección de Adquisidores del Mando de Apoyo Logístico, incluidos los VCR 8x8 y drones de la Brigada 2035 y culminó su visita con una comida y encuentro con el personal participante en el ejercicio en una tienda modular abierta en los laterales. A primera hora de la tarde, el Rey se desplazó desde Almería precisamente al acuartelamiento de La Merced del MADOC en Granada en un acto al que sí asistieron autoridades civiles. Este cuartel general del que depende el campo de maniobras de Viator está subordinado a la Jefatura de Estado Mayor del Ejército y tiene un papel determinante en el apoyo y preparación de los asuntos relacionados con la enseñanza, instrucción, evaluación operativa de las unidades, investigación, organización y materiales.
El trabajo que se viene realizando en la Legión como Brigada Experimental es fundamental para la apuesta definitiva por transformar la estructura del Ejército y dar un salto tecnológico para responder con éxito a los escenarios futuros. El desarrollo de una fuerza con horizonte en el año 2035 se debe a cinco factores principales que originan el cambio: cambios sustanciales en el entorno de seguridad, mantener la necesaria coherencia con los objetivos de la defensa, interoperabilidad con los países de las Alianzas, la aparición de nuevas tecnologías disruptivas, la adaptación al ritmo rápido de innovación.
Este largo caminar de la centenaria unidad que se ha convertido en punta de lanza del Ejército español con una treintena de despliegues en escenarios internacionales de conflicto desde su bautismo de fuego en 1992 en la guerra de los Balcanes ha sido jalonado por 9.720 muertos, 7 en operaciones de mantenimiento de paz, 36.205 heridos, 23 laureados, 7 laureadas colectivas, 226 medallas militares individuales, 22 medallas militares colectivas y 22.561 cruces al Mérito Militar con distintivo Rojo. Encuadrada dentro de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, el Mando pasó a denominarse Cuartel General de la Brigada en 1995 y se trasladó desde Málaga a la base militar de Viator, comenzando un idilio con la provincia por el que hoy no se entiende la Legión sin Almería ni Almería sin la Legión.