La desescalada queda congelada dos semanas por la subida de los contagios
● Permanecen vigentes las medidas aprobadas el 9 de mayo ● La incidencia acumulada a siete días es la más alta del último mes
Andalucía debería haber entrado ayer en la segunda fase de la desescalada que dio inicio el 9 de mayo. El calendario de este periodo, que la Junta de Andalucía planteó entonces en tres etapas, queda paralizado al menos dos semanas a causa de la desfavorable evolución de los contagios, mientras el resto de las comunidades autónomas, en cambio, ha retomado un proceso de reapertura que la Administración andaluza prefiere evitar por el “principio de precaución”.
La cautela fue el mensaje principal del consejero de Salud, Jesús Aguirre, al término de la reunión del comité de expertos que asesora a la Junta. “Basándonos en el principio de precaución, alargamos dos semanas las medidas vigentes hasta la próxima reunión, dentro de dos semanas, en la que se decidirá si pasamos a la segunda fase de la desescalada”, vino a decir ayer Aguirre, quien expuso los indicadores de la incidencia acumulada a siete y 14 días para justificar esta nueva prórroga en la consideración de nuevas medidas.
Aunque, aparte de la incidencia acumulada a siete y 14 días, son seis los indicadores que los técnicos y las administraciones tienen en cuenta para la adopción o f lexibilización de las políticas de salud pública, y que varias de ellas están evolucionando favorablemente en Andalucía, la Junta de Andalucía está dando peso a esos valores generales de la propagación del coronavirus por el temor a que haya una mínima contrariedad frente al comienzo de la temporada alta en el sector turístico.
De ahí que Aguirre subrayara los valores de la incidencia acumulada a 14 días, cuyo resultado fue ayer de 176,1 casos nuevos por cada 100.000 andaluces –el valor más alto desde el pasado 10 de mayo (178,1)–, manteniéndose en el nivel de riesgo alto y aún por debajo de los 250 que señala el riesgo muy alto o extremo. Por su parte, la incidencia acumulada a siete días, un indicador de idéntica naturaleza, marcó ayer los 85,5, según registra el informe semanal del Ministerio de Sanidad. Desde el 3 de mayo, hace prácticamente un mes, no se registraba en Andalucía un nivel de propagación del virus tan alto (86,2).
En cuanto a los indicadores asistenciales, el Ministerio de Sanidad notificó ayer 845 pacientes con Covid-19 en los hospitales andaluces, con una ocupación del 4,7% de las camas –la media nacional se sitúa en el 3,75%–, y 205 pacientes críticos en las UCI, que equivalen a una ocupación del 10,9% de las camas, inferior a la media del 13,3% en España.
El 6 de mayo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, anunció que la desescalada de Andalucía se iba a ejecutar en tres fases. La primera, denominada de estabilización, que abarcaba desde el 9 hasta el 31 mayo, es la fase que continúa vigente en Andalucía, que no ha dado aún un paso a la fase dos, denominada de avance, y que en los planes iniciales debía haber empezado ayer e iba a alargarse hasta el día 21 de este mes. La llamada fase 3, la denominada de normalización, debería empezar el 21 junio.
Andalucía sigue en la fase 1, llamada de estabilización, que debió concluir el lunes