Vargas Llosa disfruta de las sorpresas de su hijo
Álvaro Vargas Llosa agasaja al Nobel de cara a la cuenta atrás para la Academia Francesa, y con visos de reconciliación entre sus padres
Mario Vargas Llosa ha encontrado mayor apoyo tras su ruptura con Isabel Preysler está siendo su hijo Álvaro. Con él ya pasó la nochevieja en Chantilly, Francia, pocos días después de darse a conocer la noticia del amor agotado entre la reina de las portadas y el premio Nobel. Preysler decidió contactar con su publicación de cabecera, ¡Hola!, para anunciar el fin de la relación a lo que siguieron reacciones por ambas partes que han convertido la resaca en más dolorosa.
Pese a su desahogo en 2020 con el relato Los vientos, donde expresaba su decepción por su etapa vital junto a la madre de Tamara Falcó, Varga Llosa extendió su relación de la que ella le culpa agotarla por sus celos mientras que desde su entorno él lamentaba que se preocupara más “por el espectáculo” que por la cultura.
Álvaro Vargas Llosa quiere animar a su padre ante su feliz momento de ser reconocido con el ingreso en la Academia Francesa, ceremonia que se celebrará en París el 9 de febrero. Un acontecimiento al que está invitado el rey emérito y su hija menor, la infanta Cristina. Dos imprevistos invitados a un reconocimiento que se anunció en noviembre y en el que se preveía la presencia de Isabel Preysler, aunque la ruptura ya estaba ahí, sin anunciarse públicamente.
Las sorpresas van a seguir sucediéndose pero en este miércoles por la noche padre e hijo y la actual pareja de Álvaro, la libanesa
Nada Chedid Ziade, traductora y trabajador del Instituto Cervantes en Beirut. Los tres han degustado una elegante cena, brindando con champán, en el céntrico restaurante parisino Lasserre. El escritor ha sido agasajado con su hijo reservando una mesa exclusiva y con significado: los tres han cenado en la mesa favorita del escritor André Malraux, un apasionado por España (en plena Guerra Civil dirigó la película Sierra de Teruel) y que fue un prolongado ministro de Cultura del país vecino. Esa mesa de Malraux tiene mucho significado para Mario
Vargas Llosa, rendido admirador del versátil intelectual. Cultura, y no espectáculo, sería el lema de Álvaro Vargas Llosa en estos días en los que desea hacer aún más feliz a su padre, de 85 años, con un honor culminante.
El restaurante Lasserre es de los históricos de la capital francesa, con prestigio veterano y que luce una estrella Michelin. Sin embargo bastante reseñas en Tripadvisor hablan de
A la ceremonia en París del día 9 está invitado el Rey emérito
una deficiente confección en los platos respecto al delicado gusto de su decoración y el sedimento de Historia y de historias que conserva entre sus paredes. Ha sido una noche de sensaciones delicadas para el Nobel que parece alejarse todo lo posible de su reciente etapa amorosa.
El escritor hispano-peruano podría estar teniendo una aproximación a su ex mujer tras más de medio siglo de matrimonio, Patricia Llosa, propiciada por los tres hijos de la pareja. Además del fotografiado encuentro en Lima, visitando las que fueron estancias familiares, ambos han sido visto juntos en Madrid, donde reside el escritor, y podría producirse la ansiada reconciliación que desean en la familia, pasando página a los casi ocho años con Isabel Preysler en La Moraleja.